En Justiniano Posse, una misa católica quedó en el ojo de la tormenta ante la probada certeza de que originó varios contagios de coronavirus, luego de que el cura pidió a los fieles que se quiten los barbijos.
El caso provocó tal polémica, que el propio municipio tuvo que prohibir todos los oficios religiosos en el pueblo para este fin de semana, dada la relación entre los casos ya confirmados y la procesión y misa del 8 de septiembre, en honor a la patrona.
El director del Hospital de Justiniano Posse, Oscar Gómez, por su parte, confirmó que el brote tuvo origen en esa misa, y expresó: “Tenemos 22 casos confirmados y activos, y hay hisopados en espera del lunes y martes, son bastantes”.
“El 80 por ciento de los contagios salen de la misa“, añadió el facultativo y advirtió que esperan “muchos más casos por la cantidad de contactos estrechos”.