En medio de las críticas de la oposición, el presidente Alberto Fernández dijo que “nadie quiere más” que él “la unidad de los argentinos y que la grieta se cierre“, pero afirmó que no será “cómplice de la crueldad que han hecho“. “No voy a callarme cómo han destruido la salud pública. Ahora hay cola de gente que quiere vacunarse, y sino estuviera este hospital no sabrían donde“, sostuvo.
Por su parte, el gobernador Axel Kicillof destacó la “decisión política de terminar” el hospital Bicentenario de Ituzaingó, luego de “un gobierno que decidió no abrir hospitales, en una política perturbadora y extraña“.
El país ya supera el primer millón de vacunados contra el coronavirus.