Hoy la ciudad de Rauch cumple 151 años de su fundación y en los últimos tiempos ha sido objeto de un intenso debate en relación con su nombre

El nombre de Rauch hace referencia a Federico Rauch, un militar argentino que participó en la Campaña del Desierto llevada a cabo por el Gobierno de Rivadavia en el siglo XIX, con el objetivo de eliminar a los pueblos originarios de la región. Rauch es recordado por su papel cruel en esta campaña, lo que ha llevado a que muchos consideren inapropiado que una ciudad lleve su nombre.

El desencadenante de este debate fue cuando Osvaldo Bayer plantea en la biblioteca de la ciudad, la necesidad de repensar el nombre de la misma porque una localidad tan linda “no debería llevar el nombre de un genocida”. Esta frase expresada en el año 1963. no solo causó el rechazo de quienes estaban presentes, sino que le costó tres meses de cárcel al periodista e historiador.

Luego de eso, hubo muchas intervenciones dentro de la ciudad y fuera, expresando la urgencia de reflexionar sobre quién había sido Federico Rauch
Muchas organizaciones, colectivos de jóvenes e inclusive sindicatos han participado activamente de estas intervenciones que desde actividades culturales y de formación/capacitaciones han continuado las interpelaciones de Bayer.

Uno de esos espacios es la Unión Social Arbolito, integrada por equipos de fútbol masculino y femenino en Tandil, La Plata y Rauch, y una Academia de Danzas Folclóricas, que a través de intervenciones sociales, culturales y deportivas buscar interpelar a los relatos históricos oficiales que constituyen la identidad de la ciudad. Camila Faccio integrante del espacio cuenta a Urgente Ayacucho: “La idea es ir mucho más allá del nombre de la localidad. No caduca la temática es Rauch o no Rauch, o Rauch o Árbolito. Si bien es verdad que como Unión elegimos llevar el nombre de Arbolito en referencia al Cacique Ranquel Nicasio Maciel, quien terminaría con la vida de Federico Rauch en un combate entre Unitarios y Federales; no todos estamos de acuerdo con que ese sería el nombre para nuestra ciudad. Ni siquiera es que lo planteamos como objetivo. Es más, muchas veces se ha utilizado (con o sin intención) esta cuestión de quieren cambiarle el nombre para deslegitimar todo el resto“

Con el tiempo, la idea del cambio de nombre como algo urgente, fue mutando. “Fue cambiando, no porque se crea que no es necesario; sino porque sabemos que primero hay mucho muchísimo por trabajar para que todos nuestros vecinos conozcan de lo que se está hablando, teniendo información sobre la mayor cantidad de relatos históricos posibles y puedan, desde ahí, construir posicionamientos. Entendemos que es un proceso muy profundo, que va a llevar muchos años pero nos alegra saber que ya se ha avanzado un montón” y agregó Camila
“Hoy hay varios espacios que llevan la wiphala como uno de sus símbolos identitarios, haciendo referencia al respeto hacia nuestros pueblos originarios y visibilizando todas las vulneraciones que vienen sufriendo desde la consolidación del Estado-Nación. Eso, acompañado con actividades concretas que interpelan a esa memoria y construyen espacios colectivos para seguir pensando como seguir”.

La presencia de la escultura de Arbolito en una de las plazas principales de la ciudad es un ejemplo de esta labor, ya que representa una forma de interpelar a los relatos históricos oficiales y dar visibilidad a otras voces y perspectivas.

La idea siempre es ir más allá y reflexionar sobre lo pasado “Para no reproducir ciertas prácticas racistas, xenófobas, discriminatorias y construir desde otros lugares más inclusivos, diversos, heterogéneos, respetuosos, empáticos y conscientes. Tampoco la idea es quedarnos en el señalamiento y demonizar a figuras históricas, como Rauch en este caso. En síntesis, lo que se busca es seguir fortaleciendo y profundizando la maravillosa práctica de cuestionar lo que parece que es así de una vez y para siempre, porque toda la vida fue así. Después de todo, si no sabemos quiénes somos, o sólo sabemos a partir de relatos oficiales y hegemónicos, muy poco es lo que podemos construir de diferente” finalizó la joven..

El debate sobre el nombre de la ciudad de Rauch continúa siendo un tema relevante en la actualidad, con diferentes perspectivas y opiniones en juego. A medida que se avanza en la reflexión sobre la historia y la identidad de la ciudad, es importante que se sigan promoviendo espacios de diálogo, debate y participación ciudadana, para que se pueda llegar a una decisión colectiva que refleje los valores y principios de la comunidad.