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Ana Paula Almada, la joven de Ayacucho que dejó un mensaje de lucha y solidaridad
Una vida de lucha llegó a su fin este sábado en la ciudad de Tandil con el fallecimiento de Ana Paula Almada, una joven de 29 años que conmovió a su comunidad con su historia de superación desde temprana edad.
Desde pequeña, Ana Paula tuvo que luchar contra diversas adversidades de salud que la llevaron a someterse a múltiples tratamientos y operaciones. Pero la joven nunca perdió su espíritu luchador y su alegría, convirtiéndose en un ejemplo de fuerza para todos los que la conocieron.
Hace varios años atrás la ciudad de Ayacucho se movilizó para apoyar a Ana Paula en su lucha, y logró reunir los recursos necesarios para que pudiera someterse a un tratamiento médico vital.
Los restos de Ana Paula serán trasladados a su ciudad natal, Ayacucho, donde serán inhumados en el cementerio municipal mañana domingo 7 de mayo a las 10 horas. Previo a su entierro, se llevará a cabo un oficio religioso en la sala velatoria.
Una historia de lucha
Ana Almada, era una joven oriunda de Ayacucho, y relató su historia de vida y su lucha contra el síndrome hemolítico urémico, que le provocó una insuficiencia renal y la llevó al borde de la muerte cuando era pequeña. Ana pasó un año entero conectada a una máquina de diálisis cuatro veces al día, a la espera de un trasplante de riñón que finalmente llegó, gracias a la valentía de la familia de un donante fallecido en un accidente. A partir de ese día, su vida y la de su familia cambió para siempre.
Ana siempre destacó la importancia de la donación de órganos para dar vida y la solidaridad de su comunidad en Ayacucho, que la apoyó en todo momento. También habló de los desafíos que enfrentó después del trasplante, incluyendo la disminución de la calidad de vida debido a la medicación y los cuidados, pero siempre detalló que el tiempo ha hecho que estos sean más flexibles.
Ana siempre reflexionó sobre las sensaciones encontradas que experimentó durante su enfermedad y su recuperación.