Un hombre con un oscuro historial de violencia y antecedentes penales se encuentra tras las rejas, acusado de abusar sexualmente de la nieta de su actual pareja, una menor de edad, a quien no solo sometió a reiterados abusos, sino que también dejó embarazada. La justicia ha dictado su detención preventiva, mientras se prepara un juicio que promete ser uno de los más impactantes de la región.
La pesadilla de esta joven comenzó mucho antes de que se descubriera su embarazo a fines de octubre de 2024. El agresor, quien era el abuelastro de la menor (nieta de su actual pareja), aprovechó su posición de confianza para someter a la víctima a repetidos abusos sexuales. La dinámica familiar era compleja: la madre trabajaba largas horas, confiando el cuidado de su hija a la abuela paterna. Sin embargo, la abuela, lejos de ser una protectora, conocía los maltratos que sufrían los niños y no hacía nada.
El acusado no solo abusó físicamente de la menor, sino que también la sometió a un régimen de terror psicológico. La amenazó con la muerte de sus primos, su secuestro y la incredulidad de su propia madre si osaba revelar sus crímenes. Estas amenazas, diseñadas para paralizar a la víctima, lograron su cometido durante meses. El miedo y la vergüenza silenciaron a la joven, quien cargó con el peso de su sufrimiento en soledad.
La figura paterna, lejos de ser un refugio, se convirtió en una fuente de dolor adicional. El padre de la víctima, quien mantenía una relación cercana con el agresor, se desentendió por completo de la situación. Su ausencia no solo dejó a su hija sin protección, sino que también envió un mensaje devastador: su sufrimiento no era importante.
La abuela, quien debería haber sido un pilar de apoyo, se convirtió en cómplice silenciosa del abusador. Testigos afirman que la mujer conocía los maltratos que sufría la menor y que, en lugar de intervenir, optó por mirar hacia otro lado. Su traición dejó a la víctima completamente desamparada, atrapada en un ciclo de violencia del que parecía no haber escapatoria.
La familia de la víctima, decidida a obtener justicia, contrató a un abogado particular. La falta de comunicación con la fiscalía dificultó aún más el proceso, pero no los detuvo. La confirmación del embarazo y las pruebas de ADN fortalecieron el caso, asegurando que el agresor enfrentaría las consecuencias de sus actos.
A pesar del horror vivido, la víctima encontró apoyo en su madre, en la oficial policial Marisa, Sánchez y en los profesionales que la atienden. El apoyo psicológico semanal y la intervención del Servicio Local de Protección de Derechos del Niño le brindaron un espacio seguro para reconstruir su vida.
El acusado se encuentra detenido preventivamente en una unidad penal, a la espera del juicio. Las pruebas en su contra son abrumadoras, y se espera que reciba una condena ejemplar. Sin embargo, el camino hacia la justicia será largo y doloroso. La víctima y su familia deberán enfrentar el trauma y la revictimización que conlleva el proceso judicial. Además, se ha generado un escándalo adicional, ya que a pesar de estar tras las rejas, el acusado tiene acceso a internet y ha estado publicando mensajes en redes sociales, lo que ha generado indignación y preocupación en la comunidad.
Líneas de contención para víctimas de abuso:
Línea 144: Línea telefónica gratuita de atención y asesoramiento para mujeres en situación de violencia de género.
Comisaría de la mujer y de la familia: 02296451941 – 2494314405
Para proteger la privacidad de la víctima, quien es menor de edad, y en cumplimiento de la normativa vigente, no se publican identidades ni detalles que puedan permitir su identificación, garantizando así el respeto de sus derechos.
