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APIDDA celebra 40 años de compromiso y lucha por la inclusión, en un contexto nacional desafiante para las personas con discapacidad

APIDDA celebra 40 años de compromiso y lucha por la inclusión, en un contexto nacional desafiante para las personas con discapacidad
La Asociación APIDDA de Ayacucho cumple cuatro décadas de labor ininterrumpida al servicio de personas con discapacidad, consolidándose como un ejemplo de compromiso social y humano en la comunidad. Fundada sobre valores de inclusión, dignidad y contención, la institución brinda un espacio de desarrollo a través de su Taller Protegido, que permite a sus operarios desempeñarse laboralmente y dar sentido a sus rutinas cotidianas.
Asimismo, APIDDA sostiene el hogar “Mi Casita”, destinado a personas sin familia o bajo tutela judicial, y un Centro de Día que constituye un verdadero refugio de contención, aprendizaje y esperanza para muchos. La trayectoria de la entidad no habría sido posible sin la entrega generosa de vecinos y voluntarios que, durante años, han aportado tiempo, recursos y afecto para garantizar la continuidad del proyecto.
En paralelo a este aniversario, el Congreso de la Nación avanza en una discusión crucial: la declaración de la emergencia en discapacidad hasta fines de 2027. La Cámara de Diputados otorgó media sanción al proyecto que busca garantizar derechos fundamentales y estabilidad en los servicios que reciben las personas con discapacidad. La votación fue ajustada: 143 votos a favor, 71 en contra y 3 abstenciones.
Entre sus puntos centrales, la ley prevé el fortalecimiento de pensiones no contributivas, la compatibilidad con trabajos formales, y la actualización automática de los aranceles que perciben los prestadores del sistema —hogares, escuelas, centros de día, terapistas y transportistas—, quienes vienen reclamando por atrasos en los pagos y pérdida de poder adquisitivo.
A pesar de las tensiones políticas, el proyecto apunta a resolver problemáticas urgentes como la discontinuidad en tratamientos o traslados por falta de recursos.
En este contexto de desafíos y debates, el trabajo de instituciones como APIDDA cobra aún más valor: son un reflejo de la importancia del acompañamiento social que resisten y persisten, recordando la importancia de cuidar a quienes más lo necesitan.