Cada vez mas personas se suman a un entrenamiento físico que es practicar escalar. Este deporte se lleva a cabo en el espacio “Quinto Elemento”, bajo el entrenamiento de Manuel Olano.
Manuel Olano, visionario y mentor de esta comunidad en crecimiento, compartió su historia sobre cómo comenzó este viaje: “Hace cinco años, dimos vida a ‘Quinto Elemento’ como un espacio único donde convergen disciplinas deportivas y culturales. Hoy, estamos aquí para enfocarnos en la escalada deportiva. Cuando empecé, la escalada era un desafío en Ayacucho, una región sin montañas ni sierras, pero rodeada de lugares como Balcarce, Tandil y Sierra Los Padres. La escalada es inclusiva, desde los más pequeños, a partir de los 4 años con la profesora Delfina, hasta adultos de todas las edades, el mayor tiene 51 años”.
Manuel trajo consigo su pasión por la escalada desde La Plata, donde comenzó su aventura a los 27 o 28 años en un gimnasio con paredes de distintos niveles. “Mis raíces en actividades circenses y mi amor por el aire me llevaron a explorar este deporte. Llegué a Ayacucho con el sueño de traer este deporte, seguir entrenando, enseñar y vivir de ésto, pero los primeros meses fueron duros. Uno se desgasta fisicamente porque yo entrenaba todos los días en La Plata. Allá estaba todo armado, en cambio acá había que empezar de cero, no fue nada fácil construir la palestra para entrenar. Pero siempre estuve enfocado en lo que quería lograr”.
Dentro de este singular espacio, la escalada se practica principalmente en su modalidad llamada “boulder” o “buldering”. Aquí, los escaladores se desafían en tramos cortos sin la necesidad de arneses o cuerdas, solo confiando en zapatillas de escalada y magnesio en las manos para un mejor agarre.
Cuando se le preguntó cuánto tiempo lleva prepararse para aventurarse en lugares como Tandil o la montaña, Manuel explicó: “La preparación comienza con el calzado adecuado, las zapatillas de escalada son esenciales. A partir de 4 o 5 meses de práctica, los escaladores pueden aventurarse en la roca”.
Además de la fuerza, la escalada requiere resistencia, concentración y coordinación. Manuel destaca que este deporte ofrece beneficios físicos y mentales, y señala que es un deporte que está resurgiendo y recientemente se convirtió en deporte olímpico.
El “Quinto Elemento” no solo se trata de escalar muros, sino también de comunidad y crecimiento personal. Los escaladores se desafían a sí mismos a superar sus límites y a desarrollar habilidades de concentración mientras escalan muros repletos de colores que representan diferentes niveles de dificultad.
Manuel concluye con una reflexión sobre el significado del nombre “Quinto Elemento”: “Tiene varios significados, pero en esencia se refiere a la interacción del cuerpo con los cuatro elementos esenciales: fuego, tierra, aire y agua. Es un equilibrio entre lo físico y lo espiritual, donde cada persona aporta su propia energía al espacio”.