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Casa Berruti cumple 91 años de historia y legado comercial
Hoy, 12 de octubre, la histórica “Casa Berruti” celebra 91 años de vida comercial. Un negocio que ha tejido su propia historia a lo largo de cuatro generaciones de la familia Berruti, ofreciendo una gama variada de productos, desde ropa tradicionalista hasta marroquinería, soguería, bolsos, camperas, guantes, alpargatas y mucho más.
El viaje de Casa Berruti comenzó en el año 1932 en nuestra ciudad, cuando se instalaron al lado de su ubicación actual, en San Martín 1145. La visión y el empeño de Pedro Luis Berruti, el primer dueño, y sus hermanos, jugaron un papel fundamental en la creación de esta institución. Como nos relata Fernando Berruti, el actual dueño: “Entre mi abuelo y sus hermanos, la decisión de abrir una sucursal del negocio que tenían en Tandil fue un paso valiente. Pero a medida que los años pasaron, mi abuelo se quedó con este negocio, mientras sus hermanos fundaron sus propias Casa Berruti en Tandil. Así comenzó esta hermosa historia”.

La transición en la gestión de Casa Berruti fue un proceso lleno de amor y dedicación. Fernando nos cuenta: “Mi papá, Héctor Luis Berruti, tomó las riendas definitivamente en 1981. Antes, mi padre formaba parte de la sociedad entre mi abuelo y mi tío, pero finalmente asumió el negocio de manera definitiva”.
Más allá de la familia, hay personas que trabajaron y dejaron huellas en la historia del negocio, como los hermanos Lamenza, Ricardo y Miguel, y un hombre de apellido Castro. “Aprendí el oficio, trabajando en soga y cuero, en casa de Ricardo Lamenza, hasta que montamos nuestro taller aquí en el negocio. Comencé a trabajar con mi padre a los 17 años”, nos dice con orgullo Fernando.

Después de la partida de su padre, en 2010, Fernando Berruti tomó la responsabilidad de liderar este icónico negocio, convirtiéndose en el guardián de un legado, una tradición que se remonta incluso más allá de Ayacucho. En sus propias palabras: “Para mí, es un orgullo inmenso continuar manteniendo el legado de mi familia. En teoría, soy la cuarta generación de la familia en este oficio. Casa Berruti no es solo un negocio, es un fragmento de nuestra historia y un símbolo de nuestra comunidad que ha resistido las embestidas del tiempo”.

Este establecimiento se erige como un faro de la tradición en tiempos de cambios vertiginosos, un punto de encuentro para quienes buscan calidad, autenticidad y una conexión con las raíces de nuestra tierra. Casa Berruti, a lo largo de las décadas, ha sido mucho más que una tienda: ha sido un testigo silencioso de momentos memorables y un protagonista en la vida de quienes han cruzado su umbral. Una joya de la ciudad que sigue brillando.