En una sesión clave del Concejo Deliberante de Ayacucho, los concejales Sandra Divasson y Pablo Aguiar de Unión por la Patria anunciaron la aprobación de un acuerdo extrajudicial con la Diócesis de Azul sobre cinco terrenos de la Plaza Feliciano de Vita, conocida popularmente como “Las Ardillitas”. De estos, tres lotes serán asignados a la diócesis y dos permanecerán bajo dominio municipal.
Este acuerdo surge a raíz de una controversia de larga data iniciada en 2013, en la que el municipio intentó reclamar los terrenos mediante un proceso de “prescripción administrativa“, basado en la ocupación y uso continuado por más de 20 años. Sin embargo, errores en las notificaciones y en la documentación del proceso obstaculizaron esta reclamación, dejando al municipio con pocas opciones legales.
Los concejales explicaron que esta decisión, aunque dolorosa, busca “preservar al menos parte del terreno” y evitar la pérdida total de la plaza, un espacio verde usado durante décadas por los vecinos. Además, cuestionaron procedimientos administrativos del pasado, mencionando posibles irregularidades en la notificación y recopilación de pruebas.
A pesar de lamentar la situación, Aguiar y Divasson afirmaron que optaron por el “mal menor” para evitar costosos juicios que comprometerían los recursos públicos en futuras gestiones