En la mañana de ayer martes la Policía tuvo que hacerse presente en una propiedad de calle Arroyo al 500 al encontrar varios candados forzados por parte de delincuentes que intentaron ingresar para cometer una supuesta usurpación o llevarse elementos de otra situación similar que ocurrió tiempo atrás.

Se trata de una vivienda y un edificio muy reconocido en nuestra ciudad ya que es el primer templo cristiano evangélico de Ayacucho, donado por la familia Wilson de Inglaterra.

Tras el fallecimiento de uno de los pastores, alrededor del año 2010 tuvo que cerrar sus puertas y el lugar quedó cerrado, pero a cargo de varios integrantes.

Cuatro años atrás una mujer ingresó y se adueñó del templo, diciendo que estaba en situación de calle y como era un lugar religioso no le debían decir que no. Los responsables denunciaron lo sucedido, pero como había menores viviendo la Justicia no avanzo jamás. Utilizar menores en delitos enmarcados en “usurpación” es muy común.

En plena panademia la mujer se fue, pero otros dichosos no duraron en ingresar y usurpar la propiedad. Estos mismos colocaron un cartel en la puerta que decía “Dios los mira, no toquen lo ajeno”, contaron cercanos al lugar.

Ahora surge una disputa entre ambos ocupas, ya que uno quiere retirar muebles y otros elementos que dejaron adentro.

Varios integrantes de esa congregación trabajan desde hace años con intenciones de reflotar el lugar, pero por cuestiones de usurpación no lo pueden realizar.