Tras casi ocho horas de deliberación, un jurado popular encontró este miércoles culpables a los cuatro policías bonaerenses acusados de provocar la muerte de Danilo Sansone (13), Camila López (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22), y serias heridas a Rocío Q. (17), la única sobreviviente de la denominada “Masacre de Monte“. Este trágico incidente ocurrió en mayo de 2019, cuando el Fiat 147 en el que se movilizaban los jóvenes chocó contra el acoplado de un camión tras una persecución a tiros.
El ex capitán Rubén Alberto García y el oficial Leonardo Ecilapé fueron hallados culpables por unanimidad del delito de “homicidio agravado por el abuso de la función o cargo policial y por ser cometido mediante arma de fuego” de Danilo, Camila, Gonzalo y Aníbal. Mientras tanto, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez fueron encontrados culpables por mayoría de 10 votos del “delito menor incluido de tentativa de homicidio agravado por el uso de su función policial y por el empleo de un arma de fuego” de las mismas víctimas.
En relación a la “tentativa de homicidio agravado por el abuso de su función policial y por el empleo de arma de fuego” de Rocío Q., la única sobreviviente, el jurado halló a los cuatro policías culpables por mayoría de 12 votos, aunque discriminó a Ecilapé e Ibáñez como coautores. El veredicto, de ocho páginas de extensión, fue leído por la presidenta del jurado en la sala del Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de La Plata, bajo la dirección de la jueza Carolina Crispiani. Durante la mañana, la jueza les proporcionó a los miembros del jurado las instrucciones previas, donde les explicó que su veredicto debería basarse en la culpabilidad o no de los hechos imputados, y que la decisión sobre la posible pena recae exclusivamente en ella.
La fecha de la audiencia de cesura y la lectura de la sentencia se darán a conocer en los próximos días. Mientras el jurado deliberaba, los familiares y allegados de las cuatro víctimas fatales aguardaron frente a los tribunales de La Plata. Alrededor de 150 personas se congregaron en un ambiente cargado de expectativa y dieron una vuelta a la manzana en una manifestación de “abrazo simbólico”.