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Dulce o truco: El centro de la ciudad colmado de disfraces por Halloween
A la festividad de Halloween se la conoce como la “Noche de Brujas”. Cargada de mitos y supersticiones, sus simbólicos disfraces, las calabazas y las golosinas representan la conexión con el inframundo.

Este año fueron aún más los niños y niñas que salieron a pedir caramelos en el marco de la celebración de Halloween. Una festividad pagana que se replicó en todo el mundo y que en Ayacucho también tiene su efecto.
No es frecuente observar vidrieras de comercios con decoración en alusión al día, cómo sucedió este 2022. Muchos comerciantes decidieron sumarse a la propuesta y dar ese toque de miedo, calaberas, esqueletos, telarañas y demás detalles.
¿DE DONDE SURGIÓ HALLOWEEN?
Los irlandeses, que solían celebrar la fiesta del Samhain cada 31 de octubre, creían que esa noche los espíritus regresaban para estar entre nosotros. Y algunos con intenciones no demasiado buenas.
“Los celtas creían que en esta noche de Samhain, los espíritus de los muertos volvían a visitar el mundo de los mortales. Encendían grandes hogueras para ahuyentar a los malos espíritus“, explica la astróloga Patricia Kesselman a Clarín.
Al parecer, en aquellos tiempo los celtas recogían alimentos por las casas para ofrendar a sus dioses, para los que preparaban un gran nabo hueco con carbones encendidos dentro, representando al espíritu que creían que les otorgaba poder.