José Sala, un joven que se gana la vida juntando cartones, devolvió más de un millón de pesos que halló cuando se encontraba desarmando una caja para su reciclado. Y a pesar que en tiempos de necesidades económicas la tentación puede ser grande, no dudó un segundo y lo devolvió.

Sabía que ese dinero no le pertenecía, entonces y tras avisarle al dirigente Pedro Roig, con quien trabaja, en la mañana de ayer se comunicó con la agencia Lens, ya que el dinero estaba en un sobre de la misma, para coordinar la devolución.

El gesto de nobleza sorprendió al responsable de la sucursal Trenque Lauquen de la concesionaria, Nicolás Grunale, quien destacó la entereza moral y humana de José, al que desde ayer considera “un amigo”.

Reconocimiento

El joven cartonero fue recompensado con una suma de dinero “que no quería aceptar” y además recibirá una moto de regalo por parte de la empresa para que pueda trabajar con mayor comodidad.

La historia no es otra cosa que un ejemplo de que la bondad existe aunque las cosas malas tengan mayor difusión. (La opinión).