El gobierno liderado por Javier Milei ha introducido un cambio significativo en la estructura del deporte y la inteligencia en Argentina. A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado en el Boletín Oficial el martes, bajo la Resolución General 15/2024, se oficializaron las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Esta medida permitirá a los clubes deportivos recibir inversiones privadas y sumar socios empresarios, transformando el panorama financiero y administrativo del deporte en el país.
El decreto establece que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) deberá aceptar las Sociedades Anónimas Deportivas a partir del 1 de noviembre de 2024. En el texto se destaca: “Debe aceptarse la participación de las asociaciones civiles y fundaciones como accionistas en sociedades anónimas y la transformación de las asociaciones civiles en sociedades anónimas”. Esta disposición facilitará la entrada de inversiones extranjeras, simplificando la inscripción de entidades de bien común constituidas en el extranjero para operar en Argentina.
El gobierno de Milei fundamenta esta decisión en la necesidad de corregir la crisis económica que atraviesa Argentina. El DNU señala que una de las formas más efectivas de enfrentar esta crisis es eliminando las restricciones estatales que impiden el desarrollo normal de las empresas. La inversión extranjera se considera crucial para alcanzar los objetivos propuestos, especialmente en el contexto del desarrollo de países emergentes.
La entrada de capital extranjero se espera que contribuya a la creación de nuevas empresas, la generación de empleo formal y la reducción de los niveles de pobreza y desigualdad. El decreto enfatiza la necesidad de aceptar la participación de asociaciones civiles y fundaciones como accionistas en sociedades anónimas, así como la transformación de dichas asociaciones en sociedades anónimas.
En paralelo, Javier Milei anunció la disolución de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y la implementación de cambios en el Sistema de Inteligencia Nacional. Esta decisión representa una reorganización significativa del sistema de inteligencia del país, aunque los detalles específicos de estos cambios aún no han sido revelados por el gobierno.