Las universidades nacionales de todo el país enfrentarán una semana de paro y protestas desde el 11 hasta el 15 de agosto, en rechazo a las políticas de financiamiento y los ajustes salariales propuestos por el Gobierno nacional. La medida fue convocada por la Federación Nacional de Docentes Universitarios, agrupada en la CONADU, tras la media sanción en la Cámara de Diputados de la ley de financiamiento universitario y la advertencia presidencial sobre un posible veto.

El reclamo central de los docentes apunta a la insuficiencia de los aumentos salariales otorgados unilateralmente por el Ejecutivo, que contempla incrementos mensuales de apenas entre 1,1% y 1,3% desde junio hasta noviembre. En contraste, denuncian que el salario real de un profesor universitario con dedicación simple y diez años de antigüedad cayó un 28% en términos reales respecto a noviembre de 2023, afectando gravemente su poder adquisitivo.

Además, los docentes exigen un mayor financiamiento para cubrir gastos de funcionamiento en las universidades, así como un presupuesto adecuado para ciencia y tecnología, sectores que atraviesan una profunda crisis. Esta semana de medidas se da en un contexto en el que el Congreso declaró la emergencia del sector científico, reconociendo la gravedad de la situación, pero sin que aún se hayan garantizado soluciones concretas.

Desde CONADU advierten que la protesta se extenderá mientras no haya avances sustanciales en las negociaciones, y llaman a la comunidad universitaria y a la sociedad en general a acompañar esta iniciativa en defensa de la educación pública, la investigación y la dignidad laboral de los docentes.