En un acto que trasciende la política y se enmarca en la esencia misma de la humanidad, Esteban Bullrich, el exsenador de Juntos por el Cambio, ha dejado una marca imborrable en el corazón de la localidad de Agustina, en Junín. Su gesto de acercarse a votar en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) ha demostrado que la determinación y la valentía son fuerzas que trascienden cualquier adversidad.
Más allá de las diferencias partidistas, la comunidad se unió en un aplauso respetuoso y admirativo al ver a Bullrich recorrer más de 600 kilómetros hasta la escuela donde debía ejercer su derecho democrático. Acompañado por su hijo, su enfermero y un asistente, quienes brindan apoyo en medio de su lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), Bullrich encarna un ejemplo de fortaleza y perseverancia que inspira a todos los presentes.
La escena capturada en el video de su votación, con el intendente Pablo Petrecca a su lado y el apoyo ferviente de la multitud, encapsula un momento de conexión humana y gratitud. Su determinación de enfrentar los desafíos de su enfermedad con dignidad y mantener su compromiso cívico es una lección invaluable para la sociedad en su conjunto.
La frase “Me gusta muchísimo venir al pueblo. Los abrazo con el alma” resuena profundamente, ya que trasciende las palabras y llega al corazón. Bullrich, a pesar de las dificultades que enfrenta, no solo se acercó para emitir su voto, sino que se esforzó por dejar un mensaje de esperanza y unidad. Su promesa de regresar para las elecciones generales refuerza su compromiso inquebrantable con la democracia y con su comunidad.
En un momento en que la sociedad a menudo está dividida por diferencias ideológicas, la historia de Esteban Bullrich en Agustina nos recuerda que la empatía, la determinación y la voluntad de superar obstáculos son virtudes universales que todos podemos admirar y emular. Su agradecimiento sincero y su deseo de bendición para todos son un reflejo de su espíritu altruista y su profundo sentido de humanidad.