En las últimas horas, Ayacucho ha perdido a uno de sus reconocidos docentes, José Luis “Pepe” Ciganda, quien falleció en el Hospital Municipal tras una larga lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Ciganda, quien había estado internado en el hospital durante varios días, dejó un legado con sus reflexiones y enseñanzas, compartidas recientemente en una emotiva entrevista en Radio Ayacucho.
A lo largo de su conversación, Ciganda abordó con gran claridad la importancia de enfrentar la discapacidad con una visión de igualdad y respeto. Enfatizó que es crucial no idealizar ni subestimar a las personas con discapacidad, sino tratarlas como iguales, reconociendo tanto sus capacidades como sus necesidades sin imponerles ayuda no solicitada. “La ayuda debe ofrecerse, pero no de manera insistente. Es vital entender que todos, con o sin discapacidad, somos iguales,” afirmó con firmeza, destacando la necesidad de respetar la autonomía y dignidad de cada individuo.
En la entrevista, Ciganda reflexionó sobre cómo su condición de ELA había transformado su perspectiva sobre la vida. Apreciaba cada pequeño detalle, desde los aromas que evocaban recuerdos de su infancia hasta la conexión profunda con sus seres queridos. “Los olores, la música, todo tiene un poder tremendo para conectarnos con nuestra esencia y nuestras memorias,” expresó, resaltando cómo los momentos simples y cotidianos se volvieron más significativos en su vida.
Además, abordó el valor de las relaciones humanas, subrayando que su enfermedad le enseñó a valorar más los encuentros y el tiempo compartido con amigos y familiares. “El día a día, el encuentro, la charla, todo se vuelve más significativo y sanador cuando aprendemos a detenernos y a vivir en el presente,” sostuvo, abogando por la apreciación del momento presente.
En cuanto a su enfermedad, Ciganda explicó que la ELA es una afección que progresa lentamente, afectando la movilidad y la fuerza del cuerpo. Reconoció que aceptar la enfermedad es uno de los mayores desafíos, pero también expresó que una vez que uno llega a aceptarla y a encontrar una forma de convivir con ella, la vida puede cambiar para mejor. “Hay que aprender a valorar lo que todavía tenemos, como la vista o el oído, y no lamentarse por lo que se ha perdido,” aconsejó con determinación.
Ciganda también habló sobre la importancia de mantener una mentalidad positiva y el apoyo terapéutico en el manejo de la ELA. “La vida no se trata solo de caminar o moverse. Hay tantas otras cosas que podemos hacer y disfrutar,” afirmó, alentando a otros a enfrentar sus propios desafíos con una actitud resiliente.
Finalmente, hizo un llamado a la comunidad para no olvidar la situación laboral en Ayacucho y la necesidad de generar nuevas fuentes de empleo. Agradeció el esfuerzo del municipio por apoyar a los microemprendedores y mejorar la infraestructura local para atraer más inversiones. “Aunque los avances pueden parecer pequeños, cada esfuerzo cuenta para mejorar la vida de nuestra comunidad,” concluyó.
El fallecimiento de José Luis “Pepe” Ciganda a generado conmoción en el ámbito educativo donde por años se desempeñó como docente, previo a su diagnóstico. Además, tuvo un importante acercamiento a jóvenes, ya que grupos de ex alumnos aún lo visitaba en su domicilio.