Los casos de abusos sexuales a menores comenzaron a salir a la luz en nuestra ciudad, luego de detenciones de sujetos implicados en casos similares o testimonios de las propias víctimas que surgieron hace meses atrás.
En las últimas horas una ayacuchense llamada María Saharrea Franchini contó mediante su cuenta de facebook una situación que sufrió en su niñez, tras ser abusada durante años por un familiar. La misma agregó a Urgente Ayacucho que se siente más “aliviada” de saber que la comunidad donde nadie sabe nada, sepa que hay casos de abuso y se observa a los mismos caminar por las calles sin prejuicios.
“Y bueno.. creo que llegó el momento… esa nena que ven ahí fui yo, a mis 12 años, ese día egresaba de mi primaria, ese año habían muerto 2 de mis hermanos…. y ese desgarro se ve en los ojos de mi mamá…Esa nena que ven ahí, de 12 años, con ojos tristes y 40 kilos de más fue abusada por su cuñado desde los 5 o 6 años hasta lo 10 u 11… no recuerdo …. Esa nena que ven ahí, triste, obesa pero sumisa y eficiente nunca fue visualizada…. Porque había otros conflictos, porque los hermanos más grandes eran los conflictivos, porque total le va bien en la escuela, y después porque se murieron dos hermanos y había sobrinitos que criar” comenzó diciendo.
El relato de María continúa diciendo “Había que trabajar y esa nena se tenía que poner a la circunstancia y ayudar, no ser otra carga….esa tenía que ser el sostén de la madre triste y trabajadora (que juro por dios no juzgo), esa nena tenia que ser un poco madre de sus sobrinos (a los que ame y amo profundamente), esa nena fue la acompañante de su otra hermana que le costó mucho aceptar la muerte de sus hermano, esa nena se las tenía que arreglar sola y salir adelante, cambiar toda esa mierda y dejarla atrás ¿Pero a que costo?.
“Esa nena hoy está dentro de esta mujer, al acecho, a la defensiva, saliendo pensar cada vez que la equivocada mente de esta mujer sienta una sensación de abandono, una sensación de rechazo, una sensación de indiferencia, una sensación de ser una mierda, de ser poca cosa, de no poder, de no lograr nada, de ser insignificante.
Ahí está mi nena interior, lastimada, saliendo con las armas que tiene a reclamar lo que la mujer que la contiene necesita.. Más de lo que ninguna mujer necesita, y más de lo que nadie la puede llenar.
Esa nena la lastimaste vos Daniel Aguirre (alias el gato) y lastimaste mi vida cada vez que me hacías chuparte la pija, o acabas en mi boca o me metias los dedos en la “conchita blanquita “como me susurrabas, cada vez que tuviste la oportunidad durante todos esos años o cada vez que me penetradas y me decías “esto es cojer”.
La lastimaste a ella, a la gordita, y lastimaste mi vida, al mismo tiempo que todo el que no me creyó… No tengo odio en mi corazón…para nadie, ni siquiera para el.
A mí mamá la perdone, hizo lo que pudo como me dijo hace poco tiempo, siempre me vio fuerte, decidida y valiente. Me protegía mi nena interior y ella salía a los tiros cada vez que sentía que alguien me podía lastimar,
Igual que ahora a los 34 años después. Aunque no sepa si los enemigos que ella vé son reales, la comprendo, la abrazo y le doy las gracias.
Perdón a mis sobrinos, los voy amar toda mi vida pase lo que pase y perdón por involucarlos en esto, lo retuve hasta ahora. Me está haciendo mucho daño y no puedo terminar de construir” continúo diciendo el relato.
“No quiero hacer sufrir a nadie que no se lo merezca, pero tampoco quiero vivir ahogada demostrando ser la mejor en todo, para ser aceptada, para que estén orgullosos de mi, para alcanzar a “ser alguien” que esta persona no me dejó ser” finalizó, agregando una fotografía de ella desde pequeña.
Por último Maria agradece infinitamente a sus ex compañeros de escuela, quienes se pusieron en contacto rápidamente al leer el posteo que realizó. “Y a los que quizá no me creen les deseo que sean empáticos con los seres que los rodean, que seguramente tienen niños entre sus seres queridos,y nadie está exento…y esos niños seguramente van a necesitar menos prejuicios y más amor y empatia” cerro diciendo.
