El ayacuchense José Alberto Giudice fue condenado por la justicia por asesinar a su hermana, Silvia Karina Giudice, en el mes de marzo del 2011 en la ciudad de General Madariaga. Hoy, estando preso en la unidad 15 de Mar Del Plata, sigue sosteniendo su inocencia y que la justicia lo acusó sin revisar las pruebas que presentó.

Silvia Giudice falleció producto de las quemaduras que le fueron provocadas en el 65% de su cuerpo, generadas por una persona que arrojó un líquido inflamable. Desde un principio su sobrino- en aquel entonces menor de edad– había testificado haber visto a su tío José Giudice cometer el homicidio, declaraciones que fueron obligadas a decirlas por la fuerza, señaló el acusado. Meses más tarde el pequeño quebró en llanto y contó la verdad, dijo José: “la justicia decidió no tomar esa declaración, dónde mi sobrino señalaba que la persona lo había obligado decir que yo era el autor del hecho, cosa que siempre desmentí. Fue sometido a una cámara gesell, donde se comprueba que en el juicio estaba contando la verdad“.

El propio Giudice sostuvo a Urgente Ayacucho que hay pruebas fehacientes, desde llamadas y grabaciones, dónde comprueban que la causa en su contra y las acusaciones de matar a su hermana, fueron armadas por un grupo de personas cercanas a Silvia.

Video publicado por José Alberto en redes sociales, horas antes de ser trasladado a la UP15.

Durante la entrevista el propio José mencionó a una mujer llamada Graciela, de General Madariaga, “es la persona que manipuló y se aprovechó de la enfemedad de mi hermana para acusarme. La misma estaba en complot con otra persona más” agregó.

“Mi hermana sufría esquizofrenia, eso quedó establecido” subrayó el sentenciado.

La víctima del caso fue atendida por profesionales de salud alrededor de las 01:30 de la madrugada, desde ese momento hasta las 08:00 de la mañana realizó declaraciones, situación qué José sostiene que no fueron realizadas por ella por su mal estado de salud y que fue distorsionada por otra persona, posteriormente emitida a la secretaria del Fiscal. Esta última nunca fue llamada a declarar, subrayó.

También añadió que durante el proceso penal “Graciela” dispuso un frasco que había sido utilizado para quemar a Silvia, junto a un teléfono: “no tenían mis huellas el frasco. El celular de mi hermana lo tenía Graciela y luego lo entregó completamente vacío” afirmó José.

“Me condenaron por las declaraciones de mi hermana, cuando no podía hablar por su estado de salud. También fuí condenado por las declaraciones de mi sobrino, quien finalmente terminó diciéndo la verdad que yo no era el asesino” señaló Giudice.

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