La Fiesta del caballo criollo rindió homenaje a los 100 años de Gato y Mancha

La Fiesta del Caballo Criollo, de localidad de Labardén, recordó con una publicación en redes sociales el centenario de una proeza que marcó un hito en la historia de la equitación mundial: la travesía emprendida por Aimé Félix Tschiffely junto a los caballos criollos Gato y Mancha.

En 1925, Tschiffely partió desde Buenos Aires rumbo a Nueva York con el objetivo de demostrar la fortaleza y resistencia del caballo criollo argentino. La travesía se extendió por más de dos años y medio, abarcando montañas, selvas, desiertos y caminos de difícil acceso. Contra todo pronóstico, los animales llegaron a destino sanos y en excelentes condiciones.

La publicación realizada por la organización de la Fiesta del Caballo Criollo puso de relieve no solo la magnitud del recorrido, sino también el valor simbólico de Gato y Mancha como emblemas de la identidad nacional y el espíritu de lucha argentino.

A través de palabras, se destacó el temple, la nobleza y la lealtad de esta raza, considerada una de las más resistentes del mundo. También se subrayó la importancia de mantener viva la memoria de gestas como esta, que reflejan el vínculo profundo entre el ser humano y el caballo criollo.

Así, a cien años de aquella hazaña, Labardén volvió a poner en el centro de la escena a sus grandes protagonistas: Gato, Mancha y el caballo criollo, símbolo de resistencia, nobleza y tradición.