El obispo de la diócesis de Mar del Plata, Gabriel Mestre, anunció en conferencia de prensa que el sacerdote necochense, José Luis Serre, fue apartado de la Iglesia Católica tras una denuncia en su contra por abuso sexual.
Serre quedó “excluido en forma definitiva y total del estado clerical luego de la conclusión del proceso canónico iniciado a partir de una denuncia por abuso sexual de un menor de edad”.
Según explicó Mestre, al recibir la denuncia, lo primero que hizo fue imponerle a Serre medidas disciplinarias consistentes en “la prohibición inmediata del ejercicio público del ministerio sacerdotal y el contacto con menores de edad y exigirle la renuncia como párroco mientras la Santa Sede resolvía su situación”.
Serre se desempeñaba en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes hasta que en 2017 fue denunciado por abuso sexual sobre un menor de edad, lo que derivó en una separación solapada a través de una “licencia médica” en 2018.
Desde el Obispado aseguraron que Mestre “propició el encuentro, la escucha y la cercanía con el menor abusado y su familia, con que la colaboró en la denuncia penal ante la justicia”, a la que “se remitió la totalidad de las actuaciones que sobre el caso se reunieron en la sede eclesial”.
“En línea con el pensamiento del papa Francisco queremos manifestar nuestra enérgica condena a este tipo de conductas despreciables por parte de ministros de la Iglesia. Seguiremos buscando un camino de acompañamiento posible para el menor y su familia en fidelidad al evangelio de Jesucristo”, expresaron desde el obispado.
“Con profundo dolor por este aberrante hecho queremos renovar el compromiso de continuar trabajando en la prevención para garantizar la protección de los menores y adultos en situación de vulnerabilidad”, finalizó el obispo Mestre.
Mestre señaló que los hechos ocurrieron durante el 2017, fuera de la ciudad de Mar del Plata, y fueron denunciados por los padres de la víctima en enero del año pasado. En ese momento, Serre tenía alrededor de 30 años en el sacerdocio.
El obispo –quien evitó brindar datos que pudieran llevar a identificar y, en consecuencia, revictimizar al menor- subrayó que la denuncia contra Serre se tramita en sede judicial pero, ante la “gravedad del hecho” denunciado, se resolvió apartar al cura para que “no pueda ejercer nunca más su cargo ni tener contacto con niños”.
En este contexto, visiblemente afectado por la situación, hizo hincapié en la necesidad de poner en funcionamiento una oficina especializado en la recepción de denuncias de estos casos y subrayó su intención de avanzar “en una especie de ‘nunca más’” en este sentido.
El sacerdote de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes fue reemplazado por el sacerdote Alejandro Félix Martínez, sobre el que también se sembraron sospechas de pedofilia en un caso sucedido en la ciudad de Mar del Plata en el año 2002. En aquella oportunidad, aunque algunos padres de alumnos de la escuela señalaron al clérigo como sospechoso, la Justicia determinó que el párroco no estaba implicado en el caso.