Luego de una larga jornada de negociaciones que comenzó con retrasos al inicio de la sesión, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires aprobó el Presupuesto 2023 y la Ley Impositiva.
Asimismo, el Presupuesto 2023 prevé un déficit primario de $81.000 millones y un déficit financiero de $249.000 millones para el periodo fiscal del 2023; además, incluye financiamiento con organismos internacionales en moneda extranjera y en moneda local por $168.062 millones.
Según declaraciones del ministro de Hacienda, Pablo López, a Télam, la propuesta “apuesta a un Estado presente que logre cerrar las brechas en términos de infraestructura productiva y social existentes, además de impulsar el proceso de desarrollo a través de una política productiva activa, que fomente el cambio tecnológico y la generación de nuevos puestos de trabajo”.
De esta manera, para la producción y empleo se destinarán $14.000 millones; para la promoción social, $280.000 millones; para infraestructura, $550.000 millones; para salud, $162.000 millones; para educación y cultura, $1.827 millones; para seguridad, $62.000 millones; para perspectiva de género, casi $129.000 millones y, para la cartera ambiental, casi $ 12.000 millones.
Primero, la propuesta fue aprobada en la Cámara de Diputados bonaerense y luego pasó al Senado, donde también contó con el visto bueno. No obstante, el principal punto de desacuerdo fue el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), que no estaba estipulado en el proyecto presentado por el gobernador.
En este marco, tras varias horas de negociación, el número se fijó en $57.500 millones. A eso se le sumarán $2.500 millones como compensación por el retraso del FIM 2022.
En qué consiste la Ley Impositiva
La segunda normativa que contó con aprobación de los legisladores fue la Ley Impositiva, la cual prevé una menor carga impositiva para más del 90% de los contribuyentes.
En el caso del Impuesto Inmobiliario, tanto rural como urbano, se establecieron incrementos inferiores al 60%, mientras que para el Impuesto Automotor el tope será del 40%. Por su parte, el impuesto de Ingresos Brutos se mantendrá para pequeñas y medianas empresas beneficiadas por la alícuota diferenciada, a través del incremento del 95% del monto máximo de facturación.