No fue una sola vez, tampoco dos ni tres. Cuatro intentos tuvo la camioneta que trasladaba a Lázaro Báez para ingresar al country Ayres del Pilar, donde el empresario kirchnerista debería pasar su prisión domiciliaria, pero en ninguna pudo lograrlo. Los vecinos se lo impidieron.
A su vez, tampoco dejaron entrar a los abogados del hombre cercano al kirchnerismo, a quienes escracharon arrojando huevos a su vehículo. Se viven momentos de tensión en el lugar. La camioneta que lo traslada terminó con el parabrisas estallado y se retiró del lugar. Aún no se sabe cómo continuará el procedimiento.
La acción se repitió dos veces más, pero en la cuarta oportunidad los efectivos policiales lograron hacer entrar a Báez hasta pasada la puerta de acceso, aunque ya no avanzó más.