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Martina Alvarez el esfuerzo de recorrer 16 kilómetros en bicicleta para entrenar en su deporte favorito

Martina Alvarez es una adolescente que demuestra que cuando hay pasión por algo, cualquier distancia o excusa se pueden superar. A sus 15 años, esta joven oriunda de Mar del Plata, vive en el campo, en la estancia “El destino”, ubicada en la ruta 74 camino a Tandil. Martina tiene que recorrer 16 kilómetros en bicicleta para llegar a la ciudad, donde entrena hokey, su deporte favorito, los días lunes y miércoles.
A pesar de la dificultad que puede significar para cualquier persona recorrer tal distancia en bicicleta, Martina se ha acostumbrado a hacerlo para que sus padres no tengan que esperarla mientras ella entrena, demostrando así su compromiso y dedicación hacia el hokey.
La joven también cursa sus estudios en la escuela rural de La Constancia y fue en 2018 cuando descubrió el amor hacia el hokey: “Gracias a mi prima que vive en Mar del Plata, cuando iba a visitarla me enseñó cómo agarrar el palo y demás; y así fue cuando un día le dije a mi mamá que quería empezar a tomar clases y empecé en el CEF 32”, cuenta Martina para Urgente Ayacucho.
El esfuerzo y la dedicación no pasan desapercibidos. Recientemente, Martina recibió la Rosa de Plata en hokey femenino por su gran trayectoria en los años 2021 y 2022 en el CEF 32, un logro que la sorprendió gratamente: “Te soy sincera, no tenía conocimiento que se realizaba la fiesta del deporte ni de los premios, así que me asombré, me alegré mucho y lo que menos me esperé es que iba a recibir una rosa de plata. Es el día de hoy que todavía no lo puedo creer”, confiesa emocionada.
Actualmente, Martina se encuentra entrenando en el Tiro con la profesora Nilda Melgarejo y se plantea desafíos a sí misma en cada entrenamiento, buscando superarse día a día. “Las competencias son conmigo misma. Me enojo mucho conmigo cuando algo no me sale y no dejo de practicar hasta que logro que salga. Mis referentes a seguir son Las Leonas, mientras tanto disfruto el día a día con las cosas que van pasando y esperando lo mejor con los brazos abiertos”, agrega Martina.
La historia de Martina es un ejemplo de cómo la pasión y el esfuerzo pueden superar cualquier obstáculo. A pesar de vivir lejos de la ciudad y de tener que recorrer largas distancias en bicicleta para entrenar, Martina ha encontrado una manera de seguir adelante con su deporte favorito. Sin duda, su perseverancia y dedicación la llevarán a grandes éxitos en el futuro.