El presidente Javier Milei inició la primera semana del segundo tramo de su gestión con una poderosa foto junto a una veintena de gobernadores que aspiran a reconstruir el vínculo con el Gobierno; instrumentó los primeros cambios en el Gabinete con la salida de Guillermo Francos y la designación del vocero presidencial, Manuel Adorni, en reemplazo, y se encamina a ordenar la interna libertaria.
Mientras trabaja en la búsqueda de consensos con sectores aliados, el mandatario empoderó casi al cierre de la semana a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, a la que en Casa Rosada califican como “la gran ganadora de la elección”, y por estas horas, crece el enigma sobre el lugar que ocupará el asesor presidencial, Santiago Caputo, en la administración.
La noche el pasado viernes estuvo marcada por las variantes en el equipo que lo asistirá los dos años que le quedan rumbo al 2027. El flamante jefe de Gabinete, Manuel Adorni, anunció su compromiso con las reformas de segunda generación algunos minutos más tarde de los mensajes de Guillermo Francos y su ladero, el ministro del Interior, Lisandro Catalán, quienes dejaban sus cargos.
Los anuncios se daban a través de las redes sociales, mientras Milei cenaba milanesas con ensalada en la quinta de Olivos junto al titular del PRO, Mauricio Macri. La reedición de los encuentros tuvo lugar gracias a la mediación del saliente Francos que bregaba por el desembarco de referentes del PRO en el Gabinete que lideraba.
Las primeras modificaciones tuvieron lugar luego de la acumulación de funcionarios que, desde hace tiempo, le piden al libertario que intervenga y designe roles claros en la gestión, y se maduró tras la reunión clave de la tarde a pedido del propio Francos que intentaba aclarar su estado de situación. Es que el hasta entonces funcionario no entendía la poca seguridad con la que Milei respondía sobre su futuro ante los medios de comunicación mientras él dedicaba sus últimas apariciones a desmentir su salida.
El mensaje enviado a las provincias es, al menos, llamativo. El día después de que el tándem Francos – Catalán lograra reunir a una veintena de gobernadores a Casa Rosada, en coordinación con Eduardo “Lule” y Martín Menem, los primeros dos anunciaron su salida que le adjudicaron a “los persistentes trascendidos sobre modificaciones en el Gabinete Nacional”.
En un accionar contradictorio, Milei les aceptó la renuncia a los más dialoguistas del equipo al mismo tiempo que escuchaba durante dos horas las críticas y propuestas para mejorar que Mauricio Macri tenía para hacer, aunque sin garantías de aprobación. “Lo que pondero mucho de Mauricio Macri es que siempre se acercó con generosidad, me aportó elementos de su experiencia, algunos los tomé, otros no. Algunos de sus consejos me resultaron muy importantes, hay toda una serie de cuestiones”, confesó Milei en la previa.
Aún resta conocerse el futuro del asesor presidencial, quien puja por obtener el mismo reconocimiento que la menor de los Milei. La posibilidad de que el Poder Ejecutivo cree un ministerio de su talla para cumplimentar el deseo de varios funcionarios para que el consultor tenga firma de una vez sobrevuela por los pasillos de Balcarce 50.
“Milei va a lograr un equilibrio perfecto en el que todos van a quedar conformes”, prometían la semana previa a las elecciones de medio término que les brindó el oxígeno necesario para dejar atrás las semanas marcadas por la inestabilidad cambiaria y las tensiones dentro del espacio.
Con las primeras modificaciones, el libertario busca atender los reclamos de propios y ajenos que imploraban por su intervención ante las múltiples terminales de la administración, y aunque a todos respondía en sintonía, demoraba los tiempos. “Voy a hacer los cambios en el momento que yo considere y veré quiénes son”, sentenció en declaraciones televisivas, previo al viernes de variantes.
El pasado jueves, en Casa Rosada, el gobernador salteño Gustavo Saenz, de relación fluctuante, le transmitió al propio Milei, ante la mirada atenta del Gabinete completo, que el Poder Ejecutivo debía tener un interlocutor fijo que oficiara de representación ante los gobernadores. “Necesitamos un solo interlocutor entre los gobernadores y el Gobierno. Le planteamos que el interlocutor sea una persona con poder”, reveló el mandatario provincial en declaraciones radiales.
Con las primeras piezas develadas, aún está pendiente la designación de la representación mientras el mandatario medita la compensación que le dará a su consultor estrella para hacer equilibrio entre los vértices de su tan elogiado Triángulo de Hierro.



