En Mar del Plata, un joven de 14 años, con un extenso historial delictivo que supera los 40 delitos cometidos, fue nuevamente liberado por la Justicia, generando una ola de indignación, especialmente por parte del intendente local, Guillermo Montenegro. A través de sus redes sociales, el jefe comunal expresó su preocupación sobre la reincidencia de menores en el crimen y la falta de medidas efectivas para frenar este fenómeno. Este episodio reavivó el debate sobre la imputabilidad de los menores en Argentina, con énfasis en la necesidad de una reforma legal que permita abordar la creciente reincidencia de jóvenes delinquentes.
Montenegro, quien tiene una amplia trayectoria como ex juez federal y ex ministro de Justicia y Seguridad, destacó que lleva años planteando la necesidad de revisar las leyes que rigen la imputabilidad de menores. Aseguró que las normativas actuales están desactualizadas y no responden a la realidad del país. “Todos los días vemos casos de menores que delinquen y, tras ser detenidos, vuelven rápidamente a la calle, protegidos por un marco legal que no refleja las necesidades de seguridad de la sociedad“, expresó el intendente. En este caso particular, el joven, que había sido detenido previamente por robo y otros delitos, robó una moto y amenazó a una vecina tan solo horas después de quedar en libertad, lo que intensificó el malestar de los ciudadanos.
La respuesta judicial a este tipo de situaciones también fue puesta en duda por Montenegro. La Justicia había dispuesto que el menor recibiera asistencia por parte de la Municipalidad, lo que generó aún más cuestionamientos por parte del intendente. “¿Es justo que los recursos de los contribuyentes se utilicen para asistir a un delincuente reincidente?“, se preguntó en su mensaje. Además, reiteró su postura de que es urgente una reforma en el sistema judicial para que los menores con antecedentes no sean liberados sin una verdadera rehabilitación o consecuencias penales.
Este caso no es un hecho aislado y forma parte de una creciente controversia sobre la edad de imputabilidad en el país. El debate sobre si debe bajarse esa edad ha ganado fuerza, con voces como la del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien recientemente sugirió que la edad mínima para ser imputado debería reducirse a los 14 años. Según Cúneo Libarona, los menores de 13 o 14 años tienen la capacidad de diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto, por lo que es necesario que la ley contemple no solo la posibilidad de reeducación, sino también de responsabilización penal.
Montenegro respaldó esta propuesta, señalando que el actual sistema jurídico “protege a quienes delinquen” y no ofrece garantías suficientes a los ciudadanos. Según su opinión, una modificación en las leyes de imputabilidad contribuiría a mejorar la seguridad en ciudades como Mar del Plata, ofreciendo un marco normativo más acorde a las realidades de la delincuencia juvenil y brindando una mayor sensación de seguridad a los vecinos.
El caso de este joven ha abierto nuevamente la discusión sobre la efectividad del sistema judicial en cuanto al tratamiento de menores infractores, con un creciente consenso sobre la necesidad de reformas que permitan un enfoque más responsable y preventivo frente a la reincidencia en delitos cometidos por menores de edad.