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Polémica por la muerte de un caballo en la peregrinación gaucha a Luján
El domingo 24 de septiembre, miles de gauchos se congregaron en el histórico Peregrinaje hacia el santuario de la Virgen de Luján, un evento que ha marcado la mayor concentración equina a nivel mundial en más de ocho décadas. Sin embargo, este tradicional encuentro estuvo empañado por un trágico incidente y la persistente preocupación por el bienestar de los caballos.
El viernes 22 de septiembre de 2023, un carro tirado por dos caballos y conducido por un menor de edad chocó contra un colectivo. El joven fue trasladado y se encuentra hospitalizado, fuera de peligro. Tristemente, uno de los caballos perdió la vida en el acto, mientras que el otro quedó abandonado a la vera del camino durante horas, sin recibir la atención veterinaria que necesitaba.
Organizaciones dedicadas a la protección de los animales denuncian que el gobierno municipal de Luján les había asegurado, como en los últimos tres años, que la peregrinación se llevaría a cabo sin utilizar tracción a sangre. Sin embargo, el miércoles, mediante un decreto y sin previo aviso a las organizaciones, se permitió la llegada de caballos desde diversas regiones.
Gabriela Rosas, representante de la organización “Voluntarios por los Caballos”, expresó su descontento ante la situación. “Lamentablemente, no esperábamos que se permitiera nuevamente la peregrinación a Luján. Nos basamos en la promesa del intendente de que no se utilizaría la tracción a sangre, como en años anteriores. Ahora nos encontramos con una gran cantidad de caballos en las calles, accidentes de tránsito y situaciones lamentables. Es como si hubiéramos retrocedido en el tiempo a la década pasada”, lamentó Rosas.
El año pasado, se prohibió la peregrinación y se vetó el ingreso de caballos a Luján. Sin embargo, este año, la situación cambió drásticamente con la autorización de la llegada de los equinos. Además, se extendió el evento de un solo día a tres días consecutivos, exacerbando el problema.
Rosas también destacó que, tras años de trabajo para reducir la cantidad de animales fallecidos durante la peregrinación, la situación actual es una decepción para la comunidad, ya que parecía que se estaban logrando avances significativos.
