Una de las caras malas de la postergación de la 48° de la Fiesta del Ternero fue la inversión que realizaron vecinos, comerciantes e instituciones para ganar un ingreso extra, aprovechado la realización del máximo evento de nuestra ciudad.
En un recorrido de Urgente Ayacucho, los propios ayacuchenses mostraron una frustración, pero a la vez entendiendo lo anunciado. La gran mayoría afirmaron que se debió suspender con anticipación, desde un principio, para que no haya pérdidas importantes.
“Una lastima que la fiesta se suspendió, más que nada la inversión de los fogones y aquellos que tenían ya todo armado para realizar algo. Hubo gente que hizo comida en gran cantidad, una gran perdida. Por otro lado por cuestiones de salud es comprensible, es para prevenir” señaló Nicolás Molina, quien iba a instalar un puesto en esta edición.
Hubo fogoneros que faenaron más de un animal perjudicando económicamente de manera considerable, sumando otros gastos.
A pesar de que los feriantes de la peatonal comercial no lograron cumplir el objetivo, varios señalaron que la decisión tomada es por la salud de toda una comunidad. A la vez se mostraron agradecidos por la rápida predisposición de la comisión, quienes devolvieron el dinero de los espacios comprados.
En la noche de este jueves en la sede de la Fiesta, se concretó una reunión con los bebederos del Patio de tierra, dónde se les ofreció la posibilidad de la devolución del dinero invertido o la disponiblidad de que puedan concretar sus ventas en la edición que se realizaría este año, a mediados del mes octubre o noviembre (a confirmar).
Por otro lado la Comisión de la institución organizadora señaló que la “no realización” trajo daños económicos, además de las horas invertidas.
Los artistas que iban a actuar este finde semana están siendo analizados con cada uno de los representantes.