El Licenciado en Psicología Adolfo Alfredo Loreal ofreció una conferencia abierta en la que abordó temas de gran relevancia para la sociedad actual, como los cambios en los lazos sociales, el impacto de la inteligencia artificial, y la pérdida de vínculos tradicionales en la construcción de la identidad personal. Con una gran concurrencia de público, el evento se centró en analizar cómo estos factores influyen en la vida cotidiana y en el desarrollo de las nuevas generaciones.

Loreal, quien también es perito forense en el poder judicial, explicó que el siglo XX se caracterizó por valores de permanencia y estabilidad, donde la formación de la identidad estaba claramente definida durante la adolescencia. Sin embargo, hoy las personas parecen prolongar su búsqueda de identidad hasta bien entrada la adultez. Según el especialista, esto responde a cambios en la cultura moderna, que ha reemplazado el concepto de estabilidad por uno de constante transformación y de búsqueda del “aquí y ahora”.

Asimismo, Loreal hizo hincapié en cómo las redes sociales y la tecnología moldean las relaciones personales, reduciendo la conexión humana a través de una “modernidad líquida” en la que todo parece efímero y transitorio. Este fenómeno, según él, impacta en la capacidad de las personas para formar vínculos sólidos, debilitando su identidad y promoviendo la inmediatez sobre la reflexión.

Otro aspecto relevante de la charla fue la advertencia sobre el uso de la inteligencia artificial. Loreal destacó que, si bien la IA ofrece múltiples beneficios, también representa un riesgo si se convierte en sustituto de la inteligencia humana en lugar de una herramienta complementaria. Argumentó que es necesario desarrollar una conciencia crítica frente a la tecnología para evitar que esta sustituya las capacidades humanas y fomente una dependencia pasiva.

Finalmente, Loreal señaló que fenómenos globales como la globalización, la digitalización y el consumismo están generando sociedades despersonalizadas, en las que se erosionan valores como el esfuerzo y la constancia. Estos cambios, observados tanto a nivel local como global, presentan desafíos significativos que deben abordarse para fortalecer la identidad y la resiliencia en las generaciones futuras.