Recientemente, el expresidente Alberto Fernández ofreció una entrevista al diario español El País, en la cual presentó su versión sobre las acusaciones que enfrenta. Acompañado en esa ocasión por la abogada Mariana Arce, Fernández recibió una nueva perspectiva legal sobre su situación. Sin embargo, días después de la entrevista, Arce decidió no representar oficialmente al exmandatario en la causa por violencia de género.

Mariana Arce, una abogada penalista de 31 años originaria de Las Flores, Buenos Aires, ha tenido un destacado recorrido profesional. En su trayectoria, representó a Argentina ante la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas hace más de una década. Arce, además de su actividad profesional, ha incursionado en la política y fue precandidata por el frente de Todos en la provincia de Buenos Aires.

En mayo de 2023, Arce visitó la ciudad de Ayacucho como parte de su campaña política. Durante su estadía, se reunió con vecinos, trabajadores y comerciantes locales. En una entrevista concedida a Urgente Ayacucho, subrayó la importancia de escuchar y atender las necesidades de la comunidad, abogando por un trabajo conjunto para enfrentar los desafíos provinciales.

De abogada a defensora del Ni una menos: la lucha por una justicia efectiva y sin dilaciones

En 2021 publicó una nota en Infobae, en donde narró: “Entré de muy chica en un ambiente complicado, principalmente para la mujer, porque aunque va cambiando aún sigue siendo difícil. Por supuesto que existe el abuso de poder y en cargos o puestos tan altos todo se vuelve más vulnerable”.

Luego agregó: “Tuve muchas propuestas insólitas. Yo creo que lo importante es tener en claro las metas y los límites de cada uno”. En noviembre de 2022, en otra entrevista, indicó: “Cuando yo tengo un cliente no solo hago de abogada, sino también de psicóloga. Me gusta mucho acercarme a la gente”.

Consultada por los temas de género, la abogada enfatizó: “Creo que en la actualidad el patriarcado está vigente y muchas veces las mujeres denuncian acoso, maltratos o amenazas y la Justicia no actúa, solo se toman sus reclamos cuando la mujer aparece muerta”.

“Yo como abogada penalista y mujer trabajo para vencer el prejuicio, y ejercer mi profesión dignamente, y sin limitaciones, salvo las de la ley. Quiero remarcar que el Ni una menos no puede ni debe ser solo una consigna mediática, debemos crear conciencia desde la Justicia, y los fallos no pueden dilatarse en el tiempo”, completó.