Sergio Javier Hoffman tocó el cielo con las manos, al alcanzar este domingo la victoria en el maratón internacional de la Bandera en Rosario sobre 42 km, estableciendo un nuevo récord argentino para su categoría.
El pibe que vendía rifas, que trabajaba en una bicicletería, donde había una alcancía para colaborar en la compra de zapatillas y hacía dedo para viajar a competir, que había sorprendido con sus resultados y que, sabiendo que podía llegar más lejos, casi sin nada decidió irse a vivir a Tandil para perseguir su sueño.
Nada le fue fácil, adaptarse a otra ciudad, su gente, sus costumbres, pero la pasión y su objetivo no lo amedrentaron. Se capacitó, trabajó y se dedico de lleno para edificarse como atleta, se ganó el respeto de todo el ambiente, apoyándose en su círculo íntimo que lo quiere bien y que, supo alentarlo y acompañarlo siempre sabiendo lo que significa apostar a “querer vivir de lo que me apasiona”.
Nacido en Ayacucho, pero formado deportiva y profesionalmente en Tandil, Sergio Hoffman alcanzó, sin dudas uno de sus mejores resultados toda su carrera.
“Si bien yo me venía preparando, nunca pensé en poder ganar, fue una inmensa alegría, al llegar se me cruzó toda la película en mi cabeza, tenía una alegría hermosa”.
Todo se dio para que sea un hermoso día “el marco, el lugar frente al monumento de la bandera y cantando el himno nacional antes de la largada todo fue muy emocionante”.
Con su triunfo estableció un nuevo record para la categoría de 40 a 44 años que poseía el pergaminense Hugo Rocouso en 1994, para los 42 km. Se impuso en la 20ma edición del Maratón de la Bandera con un tiempo de 2 horas, 32 minutos y 26 segundos.
Sergio Hoffman hoy es entrenador, tiene su escuela de atletismo, dirige la escuela de Ayacucho y sigue compitiendo.