Dos muchachos cuyos cuerpos fueron encontrados dentro de un auto calcinados, tras haber sido acusados de violación, fueron despedidos por sus allegados con el ritual que se conoce como “caravana tumbera”. Decenas de personas realizaron un cortejo fúnebre en moto, haciendo resonar los caños de escape con cortes y tirando tiros al aire en homenaje a los fallecidos.

El caso se conoció la semana pasada: los cadáveres carbonizados estaban en el interior de un auto en Grand Bourg, partido de Malvinas Argentinas y, de acuerdo a la investigación, se haría tratado de un ajuste de cuentas vinculado a la violación de dos mujeres, madre e hija.

Una joven identificada como Kiara Benítez denunció que los fallecidos eran su pareja, Carlos Obregón, y un amigo, emboscados en un búnker de drogas ubicado en calle Girondo e/Quintana y Ruta 8, donde ella también estuvo e, incluso, permaneció cautiva unas horas.

Por el hecho, quedó detenido Isaías Castillo, de 25 años. La Policía Científica realizó pericias sobre el vehículo siniestrado al tiempo que la DDI de José C. Paz ordenó un operativo en el búnker. (DIB) ACR