El pasado domingo, durante un partido entre Club Atlético Juarense y Defensores de Ayacucho, se desató un grave incidente de violencia en la cancha ubicada en avenida Bavio. Los hechos involucraron enfrentamientos entre simpatizantes locales y parte del público visitante, lo que obligó a la intervención de fuerzas policiales adicionales para controlar la situación.
El Club Atlético Juarense emitió un comunicado en el que expresó su solidaridad con las familias, socios y simpatizantes que resultaron agredidos durante el encuentro. Además, repudiaron enérgicamente los hechos de violencia que sucedieron en la cancha de Defensores de Ayacucho, señalando que sus hinchas y familiares fueron atacados por un grupo numeroso de simpatizantes locales. También informaron que, debido a la sensibilidad del encuentro por la posición en la tabla de ambos equipos y la actuación de los árbitros, habían solicitado una terna arbitral externa, petición que fue rechazada por la liga.
La directiva del club lamentó la falta de medidas de seguridad adecuadas en el estadio, como la ausencia de divisiones entre parcialidades y de espacios libres (pulmones). Indicaron que los incidentes se agravaron en el minuto 39 del segundo tiempo, cuando empataron el partido 1 a 1, momento en el cual el árbitro suspendió temporalmente el encuentro, pero luego decidió continuarlo pese a que el jefe del operativo policial había advertido que no podía garantizar la seguridad fuera del campo de juego. El comunicado concluyó con un llamado a la liga para que se aplique una sanción ejemplar y se trabaje en conjunto para erradicar la violencia de los estadios y lograr que las familias puedan volver a disfrutar del fútbol en paz.
Por su parte, el Club Defensores de Ayacucho también se pronunció a través de sus redes sociales. En una carta dirigida a Miguel Cenoz, presidente de la Liga Tandilense de Fútbol, la presidenta del club, Miriam Perea, relató su versión de los hechos, afirmando que el grupo de hinchas visitantes se ubicó detrás del banco de suplentes local desde el inicio del partido y comenzó a acosar a sus jugadores y cuerpo técnico con insultos, golpes al banco, escupitajos y el lanzamiento de petardos. Ante esta situación, el árbitro detuvo el partido en el primer tiempo para intentar calmar a los hinchas visitantes, con la ayuda de un efectivo policial, pero la agresión continuó.
Según el relato del club local, los enfrentamientos se intensificaron tras el empate de Juarense, momento en el que los hinchas visitantes intentaron trepar el alambrado y agredir físicamente a los jugadores y al cuerpo técnico de Defensores. La situación obligó a la intervención de hinchas locales para defender a sus jugadores, lo que generó un enfrentamiento entre ambos grupos. Además, señalaron que uno de los hinchas visitantes llegó a amenazar con un cuchillo. La policía intervino y se logró retomar el partido tras una reunión entre árbitros, dirigentes y fuerzas de seguridad.
Defensores de Ayacucho destacó que no es la primera vez que se producen incidentes graves con la parcialidad de Juarense, recordando un episodio similar ocurrido el año pasado durante un partido de juveniles en Juárez. En ese encuentro, los hinchas locales arrojaron piedras y golpearon los autos del equipo visitante. Ante estos antecedentes, el club solicitó a la Unión Regional Deportiva que se tomen medidas para garantizar la seguridad en los próximos encuentros.
Ambos clubes repudiaron los actos de violencia y coincidieron en la necesidad de trabajar en conjunto para evitar este tipo de situaciones y lograr que las familias puedan regresar a los estadios, un objetivo compartido por todos los clubes de la región.
