La muerte de una joven de 22 años que ingresó a una sala de primeros auxilios municipal, en Vivoratá, donde no había medicos ni personal especializado para atenderla, movilizó a gran parte de los vecinos del lugar, que reclaman que se refuerce el sistema primario de salud.
Luna Albarengo había sobrevivido a un tremendo incendio en una casa en el campo “Los Hermanos” de Coronel Vidal el pasado 10 de agosto, dejando gravemente heridas a la joven y su pequeña hija. Ambas sobrevivieron y comenzaron la recuperación. La madre fue atendida en el Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata, mientras que la pequeña fue trasladada al Hospital Garrahan de Buenos Aires.
Luego de interminables horas, Luna logró recuperarse para continuar su tratamiento de manera ambulatoria, por lo que pudo volver a la localidad de Vivoratá, de donde era oriunda. Durante este tiempo solo quería poder viajar para reencontrarse con su hija y su pareja. Pero, una falla en su sistema respiratorio y la falta de un profesional que pueda estabilizarla hicieron que la joven perdiera la vida.
Por estas horas hay consternación en todo Vivoratá, y se abrió la polémica en torno a la falta de médicos.
Desde la secretaría de salud, aún no han expedido ningún mensaje sobre esta situación.