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La ayacuchense Romina Contreras: nueva generación de mujeres malambistas que rompen barreras
En los últimos años, se ha producido un cambio cultural importante en Argentina en cuanto a las expectativas de género y la igualdad de oportunidades. Este cambio se ha manifestado en diferentes ámbitos, incluyendo la danza tradicional del malambo.
El malambo es una danza individual masculina que se originó en las zonas rurales de Argentina y Uruguay. Tradicionalmente, se ha considerado una expresión de la virilidad y la fuerza masculina, y ha sido dominado por bailarines hombres.
Sin embargo, en los últimos tiempos, muchas mujeres han desafiado estas expectativas de género y han comenzado a bailar el malambo con éxito y pasión. A través de la formación en academias especializadas y la participación en competencias, han demostrado que también pueden ser fuertes, habilidosas y elegantes en la danza del malambo.
Un ejemplo de esta nueva generación de mujeres malambistas es Romina Contreras, una joven de Ayacucho, que se a destacado por su habilidad y pasión. La danza fue parte de su vida desde que tiene noción: “Tuve el placer de crecer en una familia de músicos y bailarines, así que fue imposible no seguir por el mismo camino, tuve la dicha de cruzarme con grandes personas, amigos, maestros y demás. Di mis primeros pasos en el grupo infantil de la academia folklorica La Media Caña, por un tiempo muy breve y luego por cuestiones de la vida deje de bailar en agrupaciónes, pero siempre me mantuve en el ambiente”, contó Romina para Urgente Ayacucho.
El malambo siempre fue una disciplina que la fascinó, le gustaba ver los festivales tanto a nivel nacional como zonal y siempre estuvieron esas ganas de probar pero al estar tan vinculado con la figura masculina no lo veía como una posiblilidad. Por suerte, actualmente existe el Campeonato Nacional de Malambo Femenino y aúnque como todo cambio trae consigo sus dudas y prejuicios; hoy tiene mayor visibilidad la disciplina realizada por una mujer.
Hace cinco años que reside en Tandil: “Cuando termine la secundaria tuve la posibilidad de venirme a estudiar y en diciembre del año pasado me recibí de profesora nacional de danzas folclóricas. Sigo ampliando mis estudios para seguir creciendo día a día y paralelamente doy clases tanto en talleres, como de manera personalizada. En lo personal me preparo como solista para competencias en las que ya se incluye el rubro de malambo femenino y hace aproximadamente un año, he formado un equipo de trabajo junto a los profesores Miguel y Segundo Lamenza, quienes se encargan de prepararme al nivel que un certamen lo amerita” y agregó la joven “A partir del mes de abril comienzo a dictar un taller de malambo femenino en Tandil, que busca innovar y abrir cada vez mas espacios en los cuales se haga visible el malambo femenino como disciplina”.
Por último señaló Romina: “El malambo es una danza tan tradicional, que cuesta derribar algunos prejuicios, pero la gran mayoría lo acepta y acompaña el hecho de que la mujer tenga su lugar y conquiste cada vez mas espacios. Los invito a sumarse, a probar y romper con esos tantos estereotipos que aún quedan, y por supuesto, todo aquel que se quiera acercar hasta Tandil y ser parte del taller mas que bienvenido”.
El éxito de Romina Contreras y otras mujeres malambistas demuestra que la danza del malambo no tiene por qué ser una expresión exclusiva de la masculinidad. Al igual que en otros ámbitos de la vida, las mujeres tienen el derecho de participar y destacarse en cualquier actividad que les apasione, incluso en aquellas que tradicionalmente se han considerado para hombres.