Las ovejas suelen criarse por su lana y, a veces, por su carne. Pero en Senegal, algunos de estos animales son apreciados como caros animales de compañía e incluso compiten en concursos de belleza.
El fotógrafo Sylvain Cherkaoui se enteró de la existencia de estas criaturas, conocidas como ovejas Ladoum, cuando estaba acurrucado en su casa de Dakar durante la primera parte de la pandemia de COVID-19. Vio a las ovejas representadas en carteles publicitarios, incluido uno en el que podía leerse: «¡Compra un coche y le regalamos una oveja!».
En la foto de portada Assane Dieye, responsable de un rebaño de ovejas Ladoum, muestra un carnero llamado Ballon d’Or, que en francés significa «balón de oro». Los retratos fueron realizados por Cherkaoui en su estudio móvil.
Pero los animales de estos anuncios eran majestuosos y grandes, a diferencia de las ovejas más pequeñas y sosas que son habituales en Senegal. Estas ovejas normales suelen ser sacrificadas por la población mayoritariamente musulmana en la festividad de Eid al-Fitr.
Cherkaoui empezó a aprender más sobre las ovejas Ladoum, que se originaron en torno a los años 70 como híbrido entre una raza mauritana y otra maliense. Conocidas por su buen aspecto, alta estatura, hocico prominente y cuernos curvados, pueden pesar hasta 181 kilogramos y medir metro y medio de altura. Estas ovejas, criadas por un selecto número de criadores, están muy solicitadas: los senegaleses adinerados suelen pagar 10 000 euros, y a veces bastante más, por un solo animal, con registros que llegan hasta los 80 000 euros, afirma Cherkaoui.
«Suelo decir que los Ladoum son los Rolex de las ovejas: poseer un Ladoum da apariencia de tener algo caro, lujoso», afirma por correo electrónico.
El precio puede variar según «el tamaño y el peso de la oveja, la forma y simetría de los cuernos, la curvatura del hocico y el tamaño y simetría de los testículos», añade. Los carneros suelen ser más apreciados que las ovejas, aunque por supuesto ambos son necesarios para la cría de los animales, que puede resultar una empresa lucrativa.
Muchos de estos propietarios inscriben a sus animales en concursos de belleza ovina, emitidos anualmente por la televisión senegalesa. La ganadora recibe un premio en metálico y comida, y su oveja adquiere mucho más valor si deciden venderla.
«Los criterios de belleza [varían] en función del aspecto de la ganadora del último concurso».
Intrigada por el fenómeno Ladoum, Cherkaoui creó una serie de retratos para homenajear a los animales y a sus dueños.
«Cuando les expliqué mi proyecto de exposición [a la gente] y que iba a poner a sus Ladoums en el punto de mira, se sintieron orgullosos y valorados», dice.
Sylvain Cherkaoui es un fotógrafo francés afincado en Dakar que se centra en las noticias de África Occidental. Para más información, visita su sitio web.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com
Fuente: https://www.nationalgeographic.es/animales/2022/12/ovejas-mas-caras-mundo-extranas-pero-preciosas