La gastroenteritis es una inflamación del estómago y los intestinos causada generalmente por infecciones virales, bacterianas o parasitarias. Este trastorno puede provocar síntomas como diarrea, vómitos, fiebre y dolor abdominal, y suele transmitirse a través de alimentos o agua contaminados, o por contacto con personas infectadas.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los virus como el norovirus y la bacteria Escherichia coli (E. coli) son los agentes causantes más comunes. Aunque la gastroenteritis suele ser leve y autolimitada, en algunos casos puede provocar complicaciones graves, especialmente en niños, adultos mayores o personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Síntomas frecuentes
- Diarrea líquida o con moco.
- Náuseas y vómitos.
- Fiebre leve o moderada.
- Calambres abdominales.
- Fatiga y deshidratación.
Prevención efectiva
Evitar la gastroenteritis implica adoptar hábitos de higiene y seguridad alimentaria:
- Lavar las manos: Antes de comer, preparar alimentos y después de usar el baño o cambiar pañales.
- Cocinar bien los alimentos: Especialmente carnes, huevos y mariscos.
- Evitar el consumo de agua no potable: Beber agua filtrada o embotellada en zonas con suministro dudoso.
- Desinfectar superficies: Limpiar regularmente mesadas y utensilios utilizados en la preparación de alimentos.
- Evitar el contacto con personas enfermas: Sobre todo durante brotes virales.
Tratamiento básico
En la mayoría de los casos, el tratamiento se centra en reponer líquidos y electrolitos para evitar la deshidratación. Es fundamental consultar a un médico si los síntomas son graves o persisten más de dos días, especialmente en los niños.
Fuentes: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y Organización Mundial de la Salud (OMS).