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Consumo problemático: talleres de contención para familias y amigos en Ayacucho

El municipio de Ayacucho, en colaboración con la organización social Vientos de Libertad, ha iniciado una serie de talleres destinados a brindar apoyo a familiares y amigos de personas que atraviesan problemáticas de consumo. Estos encuentros tienen lugar todos los jueves, de 15:00 a 16:30, en la Sala de Salud Arturo Illia, ubicada en la calle Pasteur 350.
Claudio Alejandro Medina, coordinador de Vientos de Libertad en Tandil y facilitador de estos espacios, destacó la importancia de estas iniciativas comunitarias: “El consumo problemático no solo afecta a la persona que lo atraviesa, sino también a su entorno. Las familias sufren desesperación, culpa y un profundo impacto emocional, por lo que es clave brindarles contención y herramientas”.
Un abordaje integral y comunitario
Vientos de Libertad trabaja desde una perspectiva integral, combinando la contención emocional con herramientas prácticas para afrontar las diversas etapas del consumo. La organización opera bajo la normativa de la Ley de Salud Mental y en convenio con SEDRONAR. Según Medina, su misión es “romper con los prejuicios que muchas veces hacen que estas problemáticas se oculten, y ofrecer un espacio donde las familias puedan hablar sin miedo ni culpa”.
Medina, quien superó una problemática de consumo hace varios años, enfatizó que la recuperación es posible. “El consumo no es la enfermedad en sí misma, sino el síntoma de algo más profundo. Se puede salir, y doy fe de ello”, afirmó. Asimismo, subrayó la necesidad de educar a la comunidad para diferenciar entre consumo ocasional, abuso y adicción, y abordar cada caso con los recursos adecuados.
Un trabajo en equipo y adaptado a la comunidad
El proyecto cuenta con un equipo interdisciplinario conformado por coordinadores, referentes regionales y profesionales especializados, quienes adaptan las actividades a la realidad de cada localidad. En Ayacucho, el espacio surgió a partir de un joven que realizó su proceso de recuperación en Tandil y motivó a sus familiares a buscar ayuda. La iniciativa rápidamente contó con el respaldo del municipio.
Medina destacó: “Este trabajo no es individual, es el resultado de un esfuerzo colectivo. Además, nos nutrimos de los saberes locales para respetar la idiosincrasia de Ayacucho y brindar un acompañamiento efectivo”.
Un mensaje para la comunidad
El coordinador invitó a las familias a participar y superar los temores: “Nadie se salva solo. Hablar es el primer paso para la recuperación. Es fundamental entender que la salida es real y que no es necesario gastar dinero ni renunciar a las creencias personales. Se trata de comprometerse con el cambio y trabajar en conjunto”.