La comunidad católica de Ayacucho se reunió este jueves para honrar a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, en una jornada marcada por la devoción y la reflexión. Desde horas de la tarde, vecinos de distintos barrios se acercaron a la Parroquia Nuestra Señora de la Purificación para participar de las actividades previstas y la misa central, celebrada a las 19:00 por el párroco Lisandro Vittola.

Como cada 7 de agosto, miles de argentinos acuden a templos y capillas para agradecer y pedir por empleo y sustento. En Ayacucho, la fecha reunió a familias, trabajadores, jubilados y jóvenes, que llevaron sus intenciones al altar del santo.

San Cayetano fue un sacerdote italiano del siglo XVI, fundador de la Orden de Clérigos Regulares Teatinos, que dedicó su vida a la asistencia de los más necesitados. En la tradición popular argentina, su figura se asocia al pan diario y al trabajo digno, motivo por el cual cada año congrega a multitudes en distintas localidades del país.

Padre Lisandro Vittola

El sacerdote invitó a los presentes a reflexionar sobre el valor de las pequeñas cosas cotidianas, como el hecho de poder comer todos los días o contar con un techo. También advirtió sobre la importancia de dignificar el trabajo, luchar contra la precariedad laboral y cultivar la solidaridad en las comunidades.

Vittola destacó que Jesús mismo trabajó durante muchos años como carpintero, lo que le otorga un profundo sentido espiritual al esfuerzo diario de cada persona. “Dios nos enseñó que el trabajo es parte de la creación y un medio para construir una sociedad más justa”, expresó.