Un informe reciente de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) alertó que más de un millón de mujeres y niñas en Gaza enfrentan una situación de hambruna masiva, acompañada por graves riesgos de violencia y abusos. La organización advirtió que el hambre se expande a un ritmo alarmante y que muchas mujeres deben salir en busca de alimentos y agua bajo el riesgo extremo de ser atacadas o asesinadas.

La Unrwa volvió a exigir el levantamiento inmediato del bloqueo impuesto por Israel, que restringe el acceso a ayuda humanitaria en un territorio donde residen más de dos millones de personas. Según datos de las autoridades sanitarias gazatíes, en las últimas 24 horas se registraron once nuevas muertes por hambruna y desnutrición, entre ellas la de un niño. Con estas cifras, el total de fallecidos por causas relacionadas con el hambre asciende a 251, incluidos 108 menores.

El panorama humanitario se agrava en un contexto de violencia que ya ha dejado más de 61.800 víctimas fatales y más de 155.000 heridos desde octubre de 2023. A la emergencia alimentaria se suma la imposibilidad de hacer llegar asistencia a gran escala. De acuerdo con un comunicado conjunto de 108 organizaciones no gubernamentales, desde el 2 de marzo la mayoría de las principales ONG internacionales no pudieron ingresar un solo camión con suministros esenciales, debido a las restricciones impuestas por Israel. Solo en julio, más de 60 solicitudes de ayuda fueron denegadas bajo el argumento de que no estaban autorizadas.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU confirmó que entre el 27 de mayo y el 13 de agosto al menos 1.760 palestinos murieron mientras intentaban obtener asistencia. De ellos, 994 fallecieron cerca de áreas militarizadas y 766 en las rutas de los convoyes de suministros.