Cada 10 de septiembre en Argentina se celebra el Día del Auxiliar de Educación, una fecha destinada a destacar el trabajo de quienes garantizan el funcionamiento cotidiano de las instituciones escolares. En la provincia de Buenos Aires, además, se conmemora el último viernes de agosto como el Día de las y los trabajadores auxiliares de la educación.

Lejos de los reflectores, su labor resulta indispensable: abren las escuelas, las mantienen en condiciones, colaboran con la organización de la vida escolar y acompañan a docentes y estudiantes en tareas que, aunque muchas veces invisibles, sostienen la dinámica educativa.

Martín, auxiliar con más de 18 años de trayectoria, actualmente en la Escuela Secundaria N.º 6 de Ayacucho —que comparte edificio con la Primaria N.º 1—, relató en diálogo con Radio Ayacucho cómo es su rutina diaria. “Abrimos las puertas a las 7:30, recibimos a los chicos y, mientras ellos cursan, aprovechamos para limpiar, ordenar y dejar todo preparado. Algunos estudiantes se retiran al mediodía, otros a la 1:40, y nosotros seguimos trabajando en los espacios comunes”, explicó.

Además, detalló que en primaria las auxiliares colaboran en el servicio de desayuno o copa de leche, mientras que en secundaria asisten en la organización de recreos y en la entrega de meriendas, siempre en coordinación con los docentes. “Nuestra relación con los chicos es cercana: a veces es un simple ‘buen día’, darles un vaso de agua o estar atentos a lo que necesiten”, señaló.

Martín también mencionó que los auxiliares pueden ser convocados para colaborar durante elecciones en las escuelas, aunque la participación no es obligatoria. “Es una opción que se ofrece y cada uno decide si aceptar”, dijo.