En los últimos meses, varios comerciantes de la región han sido estafados por dos mujeres que engañan al vendedor con una nueva modalidad delictiva utilizando una tarjeta de crédito. Las malvivientes se han alzado con fuertes sumas dinero en mercadería.
La nueva modalidad de robo con tarjeta es un nuevo “cuento del tío” en el que te convencen de pasar la tarjeta en modo OFFLINE (fuera de línea), la cual pasa sin pedir autorización a Visa con la excusa de que la “titular” tiene la clave para hacer ese tipo de compras, pero es una tarjeta falsa, aunque los datos coinciden con los del DNI que presenta la “compradora”, por lo que hay que prestar mucha atención y tener cuidado.
Según se explicó, la modalidad de estafa consiste en cambiar la configuración del aparato de modo en línea a modo fuera de línea. La nueva metodología de estafa surge cuando el cliente de un comercio ofrece su tarjeta de crédito (preferentemente) al comerciante, para abonar su compra. Cuando se pasa la misma por el lector de banda magnética, no es leída o reconocida. En ese momento, el comprador sugiere se use el modo offline.
Para hacerlo de este modo y que funcione, se debe cargar la información de la compra pero previamente se debe solicitar telefónicamente autorización al emisor de la tarjeta, quien brindará un código de transacción con la consiguiente autorización. Pero el estafador, en ese momento, se aprovecha del desconocimiento del comerciante o empleado, quien no efectúa la validación telefónica, por lo que el Posnet se transforma en una simple impresora y emite un ticket no válido, el cual es de similares características al de una operación hecha online. De este modo, queda un comprobante que no sirve, pero el falso cliente se lleva la mercadería.
Esta modalidad ha sido detectada en varias localidades de nuestra provincia, donde los inescrupulosos se han alzado con fuertes sumas de dinero en mercadería, y favorece a los delincuentes dado que los resúmenes y extractos de cuenta tardan aproximadamente 20 días en llegar a los comerciantes, tiempo suficiente para que los estafadores abandonen las localidades donde se han efectuado las operaciones.