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Coronavirus: El boxeo en Ayacucho bajo un estricto protocolo
Tras varios meses de inactividad, el boxeo en Ayacucho vuelve de a poco bajo estrictos protocolos preventivos.
Es el claro ejemplo de la escuela de boxeo de Oscar Marchant que volvió a la actividad con pocos turnos de entrenamiento.
“Estamos entrenando con los chicos que tienen la licencia. Se decía que el boxeo amateur no iba a volver hasta marzo por el tema de la pandemia, pero seguramente que en enero Matías Fernández esté boxeando en dos propuestas, Córdoba y Pinamar” aseguró Marchant en diálogo con Radio Ayacucho.
El entrenador continúo sosteniendo “Mi mete es cuidar al pibe, cuidar al que sea. Ellos son mi familia por eso decido eso. Después de ver los nocaut de Córdoba es terrible, eso no quiero para la escuela”.
Entre las primeras medidas está que todos los gimnasios deberán reducir su capacidad para respetar al menos cuatro metros cuadrados por persona. Además, ninguno podrá superar su período de entrenamiento por más de 60 minutos (45 de entrenamiento neto y 15 para limpieza).
En otro apartado aclara: “Estará prohibida la utilización de toallas o toallones durante el entrenamiento, así como también no se podrá salivar ni realizar secreciones nasales externas, causante de una contaminación en la ropa o en el aire y tampoco se podrá compartir las botellas para hidratación”.
Así también se solicita fomentar la higiene con dispensadores de desinfectantes a la entrada de los gimnasios, en la sala de entrenamiento y en camarines. La limpieza debe incluir los calzados y el equipamiento.
A los entrenadores se les exigirá mantener el distanciamiento social con el púgil (sin contacto) junto al uso obligatorio de mascarillas y guantes de látex.
El protocolo de la FAB no hace mención al uso de test PCR para confirmar el contagio de Covid-19 de alguno de los participantes de la velada de boxeo, pero sí un monitoreo de posibles síntomas a través de una planilla.
El uso de mascarillas es obligatorio sólo para las esquinas y las autoridades. No hay mención al árbitro, quien podría impartir justicia eventualmente a boca destapada.