La Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra es un evento emblemático que celebra las tradiciones rurales argentinas y rinde homenaje a la labor del hombre de campo. Su origen se remonta a una multitudinaria celebración de la yerra en la estancia San Bernardo, propiedad de los hermanos Alejandro y Ricardo Araoz, destacados productores ganaderos de Ayacucho, en el año 1967. Esta festividad, que tuvo lugar en el otoño, no solo tenía un carácter económico, ya que marcaba el proceso de marcación de terneros, sino que también desempeñaba un papel importante en la sociabilización y en el fortalecimiento de las relaciones sociales en el entorno rural de esa época.
La yerra consistía en reunir a los peones, quienes en grupos enlazaban el pescuezo y las patas del ternero y lo arrojaban al suelo. Mientras se marcaba al animal en los cuartos traseros, esta práctica se convertía en un momento de intercambio cultural y social, donde se compartían habilidades en el baile y la jineteada, y el patrón expresaba su generosidad a través de convites y festejos.
La idea de crear una fiesta que celebrara al hombre de campo y a estas tradiciones ganaderas surgió de esta celebración en la estancia San Bernardo. Productores ganaderos, empresarios, figuras públicas y miembros de la comunidad rural de Ayacucho, provincia de Buenos Aires, tomaron la iniciativa y, tras la firma de un petitorio, lograron la aprobación para la realización de la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra.
En sus primeras ediciones, la Fiesta fue impulsada por una comisión promotora y posteriormente por una comisión ejecutora conformada por miembros de la comunidad interesados en su organización. La celebración se convirtió en una oportunidad para reafirmar la identidad rural y para debatir temas agropecuarios y económicos que afectaban a la comunidad. La exposición de terneros de destete y la exposición industrial, comercial y artística se convirtieron en elementos destacados de la fiesta, mostrando los resultados de las actividades económicas locales.
El evento inaugural de la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra tuvo lugar los días 3 y 4 de mayo de 1969. Esta celebración marcó la unión de tradiciones y valores rurales con los cambios económicos y sociales que estaban afectando a la región en ese momento. La fiesta incluyó elementos como jineteadas, fogones populares, desfiles de carrozas, la elección de la reina y la quema de un Monumento Pirotécnico al Ternero, que simbolizaban la vitalidad y el espíritu de la comunidad rural de Ayacucho.