La Provincia de Buenos Aires se encuentra al borde de una crisis de suministro de combustibles a medida que la escasez de gasolina y diésel se profundiza, afectando a varias ciudades y localidades en la provincia. En las últimas semanas, este problema ha llevado al cierre temporal de estaciones de servicio, lo que ha suscitado preocupación y frustración entre los residentes y las empresas.
La raíz de esta problemática se atribuye a la reducción de las cuotas de entrega de las petroleras a las estaciones de servicio a nivel nacional. La disminución en la disponibilidad de combustibles ha provocado que muchas estaciones en la provincia se queden sin suministros para ofrecer a sus clientes.
Expertos en la industria energética advierten que la situación podría empeorar antes de mejorar, a menos que se tomen medidas inmediatas para resolver esta crisis. La provincia, conocida por su extenso sector agroindustrial, depende en gran medida de los combustibles para operar maquinaria agrícola y transportar cosechas. Si la escasez persiste durante este mes crítico, podría tener un impacto negativo en la producción agrícola y la economía local.