En una sesión especial llevada a cabo hoy, la Cámara de Diputados no logró reunir los votos necesarios para insistir en la aprobación de la reforma de la fórmula jubilatoria, luego del veto del presidente Javier Milei (La Libertad Avanza). A pesar de que 153 diputados votaron a favor de continuar con el proyecto de ley, 87 lo hicieron en contra y 8 se abstuvieron, lo que impidió alcanzar los dos tercios requeridos para revertir el veto presidencial.
La reforma había sido impulsada por la oposición en el Congreso, buscando modificar la fórmula que regula los aumentos jubilatorios. Sin embargo, el Poder Ejecutivo rechazó la propuesta, argumentando que los cambios no eran viables en el contexto económico actual. De acuerdo con la Constitución, el Congreso puede insistir con la aprobación de leyes que han sido vetadas por el Ejecutivo, pero para ello es necesario contar con el apoyo de dos tercios de los diputados presentes, cifra que en esta ocasión no se logró.
En paralelo, en una nueva sesión del Concejo Deliberante de Ayacucho, el concejal Alejandro Troncoso, de Unión por la Patria, expresó su preocupación por los datos recientemente difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) sobre las canastas básicas total y alimentaria. Según el informe, una familia de cuatro integrantes necesitó casi $940.000 en agosto para no caer en la pobreza, mientras que para no encontrarse en situación de indigencia, requirió alrededor de $420.000.
Troncoso manifestó que estos números son alarmantes y reflejan la gravedad de la situación económica actual. “La postura ultraliberal del gobierno, priorizando los intereses económicos sobre los derechos sociales, nos ha llevado históricamente a las peores crisis”, sostuvo el concejal. Además, enfatizó que los jubilados, lejos de ser los responsables de la crisis fiscal que enfrenta el país, son víctimas de un Estado que no ha sabido saldar la deuda social que tiene con ellos. Según Troncoso, es imperativo que los representantes del pueblo promuevan políticas centradas en las personas y no en números fríos de una planilla de cálculos.