El Cura Párroco de Ayacucho Padre Martín Ripa, emitió una carta ante su traslado a otra localidad donde estará presentando servicio como responsable de otra Parroquia.
Querida Comunidad de Ayacucho:
Como les había anunciado, he sido nombrado Cura Párroco de la Parroquia Ntra. Sra. del Carmen de Las Flores. Pensaba que iba a poder permanecer en Ayacucho hasta el 8/12. Diversos motivos, impiden que eso suceda y me traslado a la nueva parroquia. No soy bueno para las despedidas y aunque este no es el mejor modo de despedirme, no puedo hacerlo de otro.
Después de casi 6 años de permanencia en esta hermosa comunidad parroquial y en esta ciudad, me llevo el corazón lleno de agradecimiento al Señor y a Su Santísima Madre, por todo lo vivido junto a Uds. durante este fecundo tiempo. Aquí me he sentido hermano, padre, amigo, compañero de tareas, y sobre todo sacerdote, rodeado de reconocimiento, respeto y cariño. He podido conocer personas maravillosas y he aprendido mucho de todos Uds., por eso mi agradecimiento se dirige a cada uno de Uds., a cada familia, a los barrios y a tantos, con los que he podido compartir.
Agradecimiento al Sr. Obispo por su confianza al enviarme aquí, a las Autoridades, a los Medios de Comunicación, a mi hermano en el Sacramento del Orden Diácono Horacio Basanta y a su Sra. Esposa, a las Religiosas, a todos los agentes pastorales que, en las diversas áreas parroquiales, han trabajado codo a codo en tantas iniciativas para anunciar el Evangelio, a los creyentes y a los que piensan distinto, con todos he podido compartir, aprender, enseñar, trabajar, etc.
Dirijo un agradecimiento particular a las Secretarias Parroquiales, que me han permitido multiplicar la presencia del servicio pastoral en tantas oportunidades, tiempos, lugares y para tantas personas. De manera muy especial, a los miembros de la Secretaría interna de la administración de la Casa Parroquial, que han hecho posible la organización de tantas actividades del Sacerdote.
A todos, un profundo agradecimiento y a todos, la súplica de perdón, por todas las veces que no los he podido servir con un corazón como el del Señor Jesús, como Uds. se lo merecen.
La Parroquia no es el sacerdote, sino toda la comunidad que, bajo la guía y el pastoreo del sacerdote anuncia a Jesucristo en su Iglesia. Por eso los invito a recibir al nuevo Párroco, Padre Roberto Priore que estará aquí en torno al 27/11, con un corazón abierto y disponible, demostrando, como lo hicieron conmigo, que siguen al Señor y no al sacerdote de turno.
Les ruego y con humildad les aconsejo, cuidar las familias, especialmente las más pobres y débiles, sin juzgarlas y sirviéndolas incondicionalmente, buscando siempre mejores catequistas que formen en la fe; la vigilancia de los enfermos, el cariño para los ancianos, el continuar custodiando el esplendor de la liturgia, y la llegada misionera más allá de los practicantes, porque todos necesitamos encontrarnos con Jesús en su Iglesia; acompañando a los jóvenes para que se mantengan limpios del alcohol y de las drogas, alejados de las “ideologías colonialistas” de moda, como la perspectiva de género, el conformismo de una vida sin horizontes, sin estudio y sin trabajo, mostrándoles caminos de verdad, belleza, amor y ayudándoles a descubrir que el Señor tiene un camino vocacional preparado, lleno de sentido para cada uno de ellos; …les ruego en fin, cuidar todas las asociaciones parroquiales para que en conjunto, puedan seguir construyendo la comunidad que Jesús quiere y que la Iglesia necesita.
No puedo dejar de mencionar la importancia que ha tenido para mí, el Colegio Ntra. Sra. del Buen Consejo, hoy en manos de la Parroquia, con el relieve que significa para una ciudad tener una Institución tan importante, que abre la persona humana a la trascendencia, intentando cada día, educar cristiana y evangélicamente a niños y jóvenes, procurando alejarlos y hacerlos profundamente críticos, de las ideologías de moda, ideologías de la “sospecha”, del homicidio de los que no tienen voz, de la indiferencia, la corrupción, el egoísmo y la exaltación idolátrica del yo. El Colegio nos ha llevado lágrimas y sonrisas, esfuerzo y tesón, y aunque hay tanto camino por recorrer para llegar a lo que deseamos, debe seguir siendo un orgullo para la ciudad, con tanta trayectoria, tradición y fecunda siembra.¡Gracias a Directivos, Docentes, Alumnos y Familias!
No dejen trabajar por mantener los lugares sagrados y de culto para la gloria de Dios, monumentos de la fe de nuestros mayores y en su memoria, limpia, bella, con vida y al servicio de toda la comunidad. Recuerden que tienen uno de los templos más bellos de la provincia de Bs. As.
Sigan saliendo a los hogares, familias y barrios, no esperen que los llamen, háganse presente sin que nadie les avise, no esperen los diagnósticos oficiales o no oficiales,…nosotros somos gente de trabajo constante, directo, no de temporada o campaña, sino permanente. Ayuden a los ricos a que abran su corazón a compartir y a los pobres a que no pierdan la esperanza. Allí donde hay una necesidad, en el corazón duro del rico o en el corazón desgarrado del necesitado, hay un camino para evangelizar.
PERDÓN y GRACIAS…sintetizan mi palabra. Nunca los voy a olvidar y los llevo en lo profundo de mi corazón, en mis oraciones y en recuerdos inolvidables de tantos momentos compartidos. Hasta cada Eucaristía y hasta cada fiesta del Ternero.
Qué Ntra. Sra. de la Purificación, Patrona de este querido y hermoso pueblo, los bendiga a cada uno, y siga haciendo de nuestro Ayacucho, un lugar próspero, digno, fraterno, con más justicia y menos desigualdades, para que la paz reine en todos los corazones.
¡Muchísimas gracias! Los abrazo en el Señor Jesús. Hasta siempre.
Padre Martín Ripa
Cura Párroco