Un ataúd que hace ruido por dentro, una caravana que se detiene y un médico que confirma que no hay signos vitales en el cuerpo. El misterioso caso que aconteció la semana pasada en la localidad bonaerense Mercedes tiene un antecedente inmediato en Brasil, donde un nene estaba siendo velado y de repente “despertó” para tomar agua.
Los especialistas identifican que estos fenómenos pueden darse por “catalepsia” o por reflejos post mortem: en el primer caso, se trata de un padecimiento por el que muchos dan por muerta a una persona viva. En el segundo, son movimientos involuntarios que los cadáveres realizan durante el proceso de rigor mortis.
En el caso de Mercedes, todo quedó registrado en la red social Twitter por un usuario que pasaba por la calle cuando el cortejo fúnebre paró para abrir el ataúd: el chofer del coche había sentido golpes en el cajón, pero cuando sacaron el cuerpo y lo llevaron al hospital, los médicos le practicaron tareas de reanimación. Con el correr de los minutos constataron que la mujer llevaba muerta 24 horas.
Que pasa Salta.