Cada 1° de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores, una fecha importante marcada en el calendario laboral como día feriado. En esta jornada, los distintos gobiernos, sindicatos y organizaciones sociales en todo el mundo organizan actos y homenajes para reivindicar las conquistas sociales sobre el trabajo.
Día del Trabajador: el origen de la conmemoración
Al fines del Siglo XIX, en Chicago, que era la segunda ciudad con más habitantes de Estados Unidos y con gran parte de su población compuesta por obreros, se produjieron movimientos bajo el lema “ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso”, con el fin de acortar las extenuantes jornadas laborales, que podían ser de hasta 18 horas.
La única limitación que había en algunos Estados era la prohibición de que una persona trabajara 18 horas seguidas sin una causa justificada. La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, aunque tenía más preponderancia la American Federation of Labor. En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, ésta había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. De lo contrario, habría huelga.