Esta mañana, empleados del Banco Nación se congregaron en un abrazo simbólico alrededor de la casa central en el microcentro porteño, expresando su rechazo a las modificaciones introducidas por un reciente decreto de necesidad y urgencia (DNU) publicado en el Boletín Oficial. El DNU, que ha levantado polémica, abre la posibilidad de la privatización de la entidad financiera estatal.

Bajo el lema “No se vende“, los manifestantes mostraron su descontento por la derogación impulsada por el Gobierno, específicamente del Artículo 2 de la Ley 21.799. Este artículo establecía la obligatoriedad de que los depósitos judiciales de los Tribunales Nacionales en todo el país se hicieran en el Banco de la Nación Argentina, salvo en la jurisdicción de la Capital Federal, donde se determinaría por ley.

La derogación, realizada a través del DNU de Desregulación, ha generado inquietud entre los empleados y la comunidad financiera. El artículo ahora anulado también estipulaba que los fondos en moneda extranjera de los organismos del Estado nacional, así como de las entidades o empresas relacionadas, debían ser depositados en el Banco de la Nación Argentina, cuando las sucursales del banco instaladas fuera del país pudieran prestar el respectivo servicio.

La medida gubernamental ha reavivado el debate sobre la privatización de la principal entidad financiera del país, suscitando preocupaciones sobre posibles repercusiones en la estabilidad financiera y el acceso a servicios bancarios. El abrazo simbólico de los empleados busca visibilizar su oposición a estas transformaciones en el Banco Nación.